Bogotá, Colombia.- La Agencia de Noticias del Consejo Episcopal Latinoamericano (ADN Celam) compiló todas las expresiones de solidaridad vertidas desde las conferencias episcopales del continente americano con el pueblo nicaragüense, en especial con la Iglesia católica local y sus pastores ante las situaciones que limitan su libertad de expresión y su libertad religiosa.
Desde hace unas semanas el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha agudizado las acciones policiales contra sacerdotes, obispos y comunidades religiosas; así coomo con el cierre de medios católicos y profanación de templos.
De hecho, ya han abierto una investigación en contra de Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, como la detención de sacerdotes y prohibición de actividades religiosas. "En definitiva, Ortega se ha ensañado contra la Iglesia en las últimas semanas", asegura el informativo oficial de la Iglesia latinoamericana.
El 5 de agosto se publicó el primer comunicado, suscrito por la Presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), a través de su presidente, Miguel Cabrejos, y de su secretario general, Jorge Lozano.
La resonancia de este pronunciamiento, animó a diferentes Conferencias Episcopales a expresar su solidaridad, inspirados por el pasaje evangélico: “Cuando un miembro sufre, todos los miembros sufren con él”.
“Acompañamos a nuestros hermanos que por distintos caminos buscan ser voz de los que no tienen voz, para construir un diálogo capaz de trazar un camino de unidad y de paz” y “queremos recordar la Palabra de Dios que en medio de las dificultades nos dice: no te asustes y desmayes, que contigo está el Señor, tu Dios, donde quieras que vayas”, acotaron.
Los primeros en hacer eco del pronunciamiento del Celam, fueron los obispos de Costa Rica, quienes aseguraron: “Los pastores de la Iglesia costarricense hacen eco del mensaje que este viernes 5 de agosto ha expresado el Consejo Episcopal de América Latina y el Caribe (Celam), para que se pueda trazar un camino de unidad y de paz”.
En tanto, se han solidarizado de manera especial con Rolando Álvarez como también con “los sacerdotes, consagrados y laicos frente a la difícil situación que están viviendo y que cada día se agrava más”.
Los obispos de Guatemala ven con preocupación el cercenamiento contra la libertad de expresión y religiosa, por ello “nuestro cariño y apoyo se extiende a los católicos nicaragüenses a quienes les recordamos la promesa hecho por nuestro Salvador: Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”.
También hicieron un urgente llamado “a todos los hermanos centroamericanos, especialmente a los guatemaltecos, para que en sus parroquias, comunidades cristianas, movimientos y grupos, en esta semana que hemos comenzado, oremos por la paz en el hermano país de Nicaragua”.
Otros que también hicieron suyas las palabras del comunicado del Celam para expresar su cercanía con la Iglesia de Nicaragua, fueron los obispos de Honduras, quienes han dicho que la libertad de expresión “es un pilar fundamental” que garantiza la democracia.
“Esperamos que muy pronto se abran caminos de diálogo y de paz con las autoridades, para resolver juntos esta situación dolorosa”, han indicado.
Desde El Salvador, el cardenal Rosa Chávez aprovechó la peregrinación del natalicio de san Óscar Romero desde donde su preocupación por lo sucedido en Nicaragua, por ello, citando el comunicado del Celam, aseguró que desde la Iglesia de El Salvador “nos unimos nosotros plenamente” a la solidaridad continental surgida.
“El martirio sigue siendo una realidad también en nuestros días. En nuestra región el caso más horrendo es el de la persecución que sufre la Iglesia en Nicaragua”, apuntó el purpurado.
Frente a las expresiones solidarias desde diversas Conferencias Episcopales, los obispos de Nicaragua han agradecido cada uno de estos gestos, especialmente al Celam, recordando que “nuestra Iglesia por naturaleza proclama el Evangelio de la paz”.
Al tiempo manifiestan: “pedimos al Señor renueve la gracia de su Espíritu Santo por mantenernos firmes en la esperanza y fieles a la misión recibida del Señor”.
Asimismo los prelados nicaragüenses han ratificado su apoyo a Rolando Álvarez, por lo que “queremos expresar nuestra su fraternidad, amistad y comunión episcopal con él”.
Aprovecharon para invitar a todo el pueblo a mantenerse firmes en la oración y rosarios a Nuestra Señora la Inmaculada Concepción de María, patrona de Nicaragua.
Finalmente la propia arquidiócesis de Managua, pastoreada por el cardenal Leopoldo Brenes, ha expresado su cercanía con la diócesis de Matagalpa y, por ende, a su titular, Rolando Álvarez frente “a las dificultades que están viviendo”.
Los obispos de Bolivia han deplorado los acontecimientos de Nicaragua, por ello, aseguran que son atentados flagrantes contra “libertad de expresión y a la libertad religiosa”.
Citando el pasaje bíblico Mateo, han apuntado que “felices ustedes, cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levanten toda clase de calumnias”.
El episcopado mexicano y toda su grey han sumado sus voces solidarias en favor de la Iglesia en Nicaragua. En un comunicado, suscrito por Rogelio Cabrera, presidente del Episcopado y presidente de Asuntos económicos del Celam, ha expresado su rechazo por la supresión de las garantías individuales, en especial, la libertad de expresión y la libertad de culto.
“Como familia eclesial nos sumamos en la creación de conciencia para que, ante estas situaciones que claman a Dios por una justicia social, se sumen actitudes de diálogo y encuentro”, han indicado los obispos mexicanos.
El Consejo permanente de la Conferencia Episcopal de Uruguay ha enviado su respaldo a la Iglesia nicaragüense y consideran que “los ataques verbales a la comunidad eclesial nos duelen e interpelan”, por ello, han expresado su solidaridad y cercanía “al pueblo y los pastores que en esta difícil situación siguen anunciando la buena nueva del Evangelio”.
El comunicado fue suscrito por el cardenal Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo, por Arturo Fajardo, obispo de Salto y por Heriberto Bodeant, obispo de Canelones.
En clave de esperanza, los obispos ecuatorianos han propuesto su mensaje de solidaridad con la Iglesia en Nicaragua sobre todo “en estos momentos en que sufren la más dura persecución y represión por su fidelidad al Evangelio de la vida”.
“Hacemos nuestras las esperanzas de mejores días para todos los empobrecidos y marginados de la sociedad nicaragüense en un sistema democráticos más libre, justo y fraterno”, acotaron.
Los obispos de Colombia han enviado un mensaje de solidaridad y cercanía “a la hermana Iglesia que peregrina en Nicaragua, deseándoles la paz de parte de Dios, nuestro Padre”.
“Las noticias que nos llegan de la situación a la que está siendo sometida la Iglesia Católica en el hermano país nos desconciertan y nos duelen”, han dicho.
En definitiva, “reiteramos nuestra oración por todos los que son perseguidos, marginados y silenciados. Elevamos nuestras súplicas a la Virgen María, concebida sin pecado, para que ella acompañe con su maternal amor a todos los nicaragüenses”.
En el marco de su 123ª Asamblea plenaria, que han realizado del 16 al 18 de agosto, los obispos del Perú han enviado una carta de solidaridad a la Iglesia nicaragüense “acompañando de modo particular, con su oración, a quienes han sido privados de su libertad”.
En la misiva, dirigida a Carlos Enrique Herrera Gutiérrez, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, han dicho que ven con tristeza todos los ataques contra la Iglesia por parte del régimen sandinista.
“Hemos visto con tristeza, por los medios de comunicación, la agresión y destrucción de imágenes y símbolos religiosos católicos, golpeando con ello no solamente la sensibilidad religiosa de un pueblo creyente sino también ofendiendo las raíces cristianas que constituyen la idiosincrasia de esa nación”, han expresado.
En un breve mensaje, la presidencia de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), ha querido solidarizarse con la Iglesia y el pueblo nicaragüense, siguiendo la línea de lo llevado a cabo por diferentes conferencias episcopales de América Latina y el Caribe y el propio Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam).
Los prelados afirman sentirse “profundamente unidos a nuestros hermanos obispos y a todo el pueblo nicaragüense” y claman “al Buen Dios por la paz y la justicia”.
(Información ADN Celam)