Washington DC, Estados Unidos.- A través de un mensaje del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), la Iglesia norteamericana exhortó a todos sus miembros y a las autoridades civiles a reforzar los compromisos en la lucha contra la trata de personas. El obispo Mark J. Seitz, presidente del Comité, ha recordado que cada 8 de febrero, festividad de santa Josefina Bakhita -religiosa sudanesa vendida como esclava varias veces en su niñez-, la Iglesia conmemora el Día Internacional de Oración y Sensibilización contra la Trata de Personas.
Seitz definió a la trata de personas como una "herida abierta en el Cuerpo de Cristo y en la humanidad entera", y por ello exhortó a las comunidades cristianas en Estados Unidos reflexionar y atender a las víctimas de esta grave violación de los derechos humanos.
El obispo Seitz instó a los católicos y a todas las personas de buena voluntad a unirse en oración y acción contra lo que calificó como "esclavitud moderna". También exhortó a los legisladores a reforzar políticas que protejan a las víctimas y eviten el debilitamiento de avances bipartidistas logrados en este ámbito.
"La Iglesia católica en Estados Unidos ha estado a la vanguardia de la lucha contra la trata de personas. Como nos recuerda el papa Francisco, debemos movilizar nuestros recursos para combatir este flagelo y acompañar a quienes han sido explotados", afirmó Seitz. "Este debe ser un esfuerzo constante de vigilancia colectiva, pues si cerramos los ojos y oídos ante esta realidad, seremos llamados a rendir cuentas en el Juicio Final".
Asimismo, el prelado expresó su preocupación por algunas iniciativas que podrían debilitar las protecciones vigentes para las víctimas. "Debemos rechazar políticas que generen mayores oportunidades para que los delincuentes exploten a los más vulnerables, dentro y fuera de nuestras fronteras", agregó.
La vida de santa Josefina Bakhita, quien fue víctima de la trata antes de convertirse en religiosa, es un testimonio de esperanza y redención. Su historia, destacó la USCCB, recuerda que la lucha contra la trata de personas no es solo un asunto social, sino también una misión espiritual.
En este sentido, la USCCB ha trabajado junto con organizaciones católicas para impulsar la reautorización de la Ley de Protección de Víctimas de la Trata, una legislación clave en la lucha contra este delito.
"Buscamos la intercesión de Santa Josefina mientras rezamos por el fin de la trata de personas y por la sanación y protección de todas las víctimas, especialmente los niños y aquellos que, por estar marginados, temen pedir ayuda", concluyó Seitz.
Según el Informe sobre la Trata de Personas del Departamento de Estado de Estados Unidos de 2022, la nación norteamericana goza del "Nivel 1", lo que significa que "cumple plenamente con los estándares mínimos para la eliminación de la trata".
"Sin embargo, -recuerdan los obispos católicos- el informe también señaló que el gobierno continuó sin exigir exámenes de detección de trata de personas para todos los adultos extranjeros en detención o custodia de inmigración y no evaluó indicadores de trata entre las personas deportadas". Es decir que se mantiene una preocupación por la detención de sobrevivientes de trata en centros de inmigración y sobre la política de deportaciones y repatriaciones "estaba aumentando la vulnerabilidad de los migrantes a la explotación y la revictimización".