Ciudad del Vaticano.– El papa León XIV aceptó la renuncia de Ciro Quispe López como obispo de la Prelatura Territorial de Juli, en Perú. La decisión fue comunicada oficialmente por la Santa Sede este 24 de septiembre, mientras el prelado enfrenta acusaciones de conductas sexuales inapropiadas y desvío de fondos.
La renuncia se produce cuando Quispe López tiene 51 años, edad muy inferior a los 75 establecidos como retiro canónico. En paralelo, la Santa Sede designó al obispo Marco Antonio Cortez Lara como visitador apostólico, con el objetivo de “verificar de manera exacta la situación de referencia”.
La Nunciatura Apostólica en Perú precisó que esta medida responde a una investigación vaticana iniciada sobre la prelatura.
Medios locales reportaron denuncias contra el obispo, difundidas a través de plataformas como la página de Facebook Defendiendo a Mi Prelatura de Juli. Según dichas publicaciones, un ex trabajador de la residencia episcopal relató que Quispe López recibía con frecuencia a mujeres y se hallaron indicios como ropa femenina y sábanas manchadas en su habitación. Una cocinera declaró haber encontrado condones usados en varias ocasiones.
Frente a las acusaciones, el obispo declaró previamente a un medio local: “Todas esas cosas, hermano, están en investigación”. Añadió que “actualmente estamos en ese proceso”, sin especificar si se refería a una investigación eclesiástica o civil. En 2024, atribuyó las acusaciones a “manos oscuras”.
La Prelatura de Juli, ubicada en el departamento de Puno, fue erigida en 1957 y pertenece a la arquidiócesis de Arequipa. Ciro Quispe López fue nombrado para el cargo a fines de 2018 por el papa Francisco. La Santa Sede no hizo públicos los resultados de la investigación del visitador apostólico.