San Juan, Argentina.- En el contexto del Adviento, el arzobispo de San Juan y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Jorge Eduardo Lozano, invita a abrir la puerta del corazón para que Dios ilumine nuestras oscuridades.

Lozano recuerda que este tiempo litúrgico prepara el corazón para la llegada del Salvador, por lo que resulta oportuno tomarse el tiempo para reconocer las debilidades inherentes a la condición humana que nos acompañan y ponerlas a disposición de Dios.

Retomando uno de los capítulos de la carta encíclica del papa Francisco Fratelli tutti, Monseñor Lozano recuerda que esas 'sombras', son expresión de esos corazones que están cerrados a la Gracia, lo que es evidente en situaciones propias del contexto mundial e individual.

Si bien la humanidad ha dado pasos para buscar la integración, no se puede desconocer el regreso de conflictos que se pensaron superados. Fenómenos como la pérdida de conciencia histórica, la polarización política y la imposición de modelos culturales, solo acentúan la cultura del descarte que finalmente demuestran lo que él define como cerrazón del corazón.

La invitación es a reconocer que el trabajo empieza por cada uno. Siendo totalmente necesario poner en manos de Dios, todas esas expresiones de fragilidad que de ser iluminadas por Él nos preparan para vivir de otra manera, aportando de forma significativa a la construcción de sociedades distintas como fruto de esa experiencia de encuentro con Dios.