Ciudad de México.- La noticia de su nombramiento como segundo obispo de Iztapalapa provocó en Jorge Cuapio Bautista (Santa Ana Chiautempan, 1967) sentimientos de sorpresa, gratitud y esperanza para 'caminar con la jóven diócesis' en comunión con la Provincia de México
Cuapio Bautista, con seis años de experiencia como obispo auxiliar en Tlalnepantla, ha sido electo para conducir los esfuerzos pastorales de una de las diócesis más densamente pobladas del país con casi dos millones de habitantes.
"Recibí la noticia primero con sorpresa, porque uno no se espera una encomienda nueva. Me encontraba sirviendo a Tlalnepantla con mis cinco sentidos y todo mi esfuerzo. En segundo lugar, con gratitud; por lo singular de que el Santo Padre haga una encomienda a un servidor. Y más porque es cerca de mi tierra natal y mi diócesis de origen, donde sé que cuento con la cercanía de mis amigos y familiares. Y, finalmente, con mucha esperanza. Porque sé que la diócesis es nueva pero de una rica tradición".
Iztapalapa, recientemente creada diócesis el 28 de septiembre del 2019, cuenta con una gran población infantil y juvenil en la Ciudad de México; y, según el reciente censo de población del INEGI, una sensible predominancia de mujeres en cada grupo etario. Ante esta realidad, Cuapio, afirma que a pesar de no conocer aún la diócesis, esa realidad la anima y le interpela:
"Contar con juventud en la diócesis es tener certeza de futuro. Porque los jóvenes son nuestro tesoro: allí están las vocaciones que el Señor nos regala y los fieles de una Iglesia que seguirá dando frutos. El reto, sin embargo, es explorar cómo anunciamos el Evangelio, cómo comprender sus necesidades de estos jóvenes y cómo enamorarlos de su Iglesia. Me temo que no hay fórmula para ello, hay que caminar con ellos".
Una de las riquezas tradicionales de la Iglesia de Iztapalapa es, sin duda, su religiosidad popular y, en particular, la representación de la Semana Santa en el Santuario-Catedral y los ocho barrios de Iztapalapa, que -fuera de tiempo de pandemia- logra convocar a casi un millón de turistas y alcanza aún más audiencia a través de los medios digitales y de radiodifusión.
Al respecto, Cuapio reflexiona:"La religiosidad popular es otro gran tesoro de la Iglesia; es la forma más cercana y amplia en cómo la gente se acerca a Dios. Esta religiosidad popular revela que la gente tiene fe sincera y que la siente por las expresiones del amor de Dios sencilla".
Cuapio asegura que, como obispo de Iztapalapa, procurará "cuidar y cultivar esta Gracia que es la religiosidad popular" tanto de los fieles originarios y nativos de la demarcación como de aquellas familias que, por la incesante migración hacia la ciudad, se han asentado en esta localidad con sus tradiciones y expresiones de fe.
Finalmente, a pregunta expresa sobre su perspectiva de atención a temas de inseguridad y de la inmensa población carcelaria de la diócesis de Iztapalapa que se encuentra compurgando penas en cinco centros de reclusión, el obispo Cuapio afirma su interés por trabajar por 'recuperar la identidad cristiana'.
Sobre el trabajo pastoral en los centros carcelarios Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, la Penitenciaría, el Centro de Ejecución de Sanciones Penales y los dos centros de reinserción social (uno de varones y otro de mujeres) en Santa Martha Acatitla, Cuapio Bautista añade: "Tengo entendido que este trabajo se asume en la Provincia y con el servicio especial de los padres mercedarios que tienen esta vocación".
"Sin embargo, sabemos que, para la Iglesia, todos son sus hijos y todos somos hermanos. Cuando perdemos esto de vista, dejamos de amarnos, de cuidarnos. Por ello es necesario recuperar la identidad cristiana, fortalecer el espíritu de comunión y hacernos corresponsables los unos de los otros, incluso de las personas que ahora purgan alguna pena. Así que, seguramente nuestra misión será dar atención en lo posible, acompañar y orar por esta porción del Pueblo de Dios".