Ciudad de México.- Con una llamada fraterna del fundador del Camino Neocatecumenal, Kiko Argüello, iniciaron hace mes y medio las celebraciones rumbo la consagración episcopal de Andrés Luis García Jasso como obispo auxiliar para la Arquidiócesis de México que se concretó este martes 25 de agosto, día de San Bartolomé, en la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe.
"Todos te mandan saludos Kiko -decía el sacerdote García Jasso ya con solideo episcopal al teléfono-. Me encomiendo a las oraciones de todos ustedes para poder servir a la Iglesia aquí en México y ayudar a lo que el Señor tenga pensado".
Tras seis semanas de preparativos, García Jasso fue consagrado obispo en el Santuario Mariano de manos del cardenal arzobispo de México, Carlos Aguiar Retes, y como co-consagrantes participaron el nuncio apostólico en México, Franco Coppola, y el obispo de Texcoco, Juan Manuel Mancilla Sánchez.
A la ceremonia acudieron los obispos auxiliares de México y obispos de la provincia eclesiástica asentada en la capital de la República; quienes presenciaron en nombre del pueblo mexicano, las letras apostólicas del papa Francisco con las que ha designado al natural Nuevo Laredo (Tamaulipas) como obispo titular de Tipasa en Numidia y auxiliar de México.
García Jasso se desempeñaba como vicario judicial de la Arquidiócesis de México y vicerrector del Seminario Redemptoris Mater (casa de formación misionera para adultos vinculados al Camino Neocatecumenal); ahora, como miembro del consejo episcopal del cardenal Aguiar, se integrará aún más a los trabajos pastorles del arzobispo Aguiar.
Durante la consagración, el cardenal Aguiar hizo memoria de su obispo auxiliar Francisco Daniel Rivera, quien falleció en enero de este año tras sufrir complicaciones relacionadas con COVID-19 y con sólo diez de servicio como obispo auxiliar de México:
"El Señor recogió a monseñor Francisco Daniel porque lo amaba y quiso que nos ayudara en una fase muy difícil para la tarea episcopal, y lo hizo adecuadamente. Su breve colaboración fue un gran aporte y es lo que ciertamente Dios tenía previsto. Ahora goza de su amor eternamente".
Aguiar Retes demostró su gratitud al Señor por haber provisto a otro colaborador episcopal en la Arquidiócesis Primada y reflexionó sobre la misión que los pastores católicos tienen en este momento en el país.
El arzobispo pidió al nuevo miembro del colegio episcopal "no olvidar nunca que el episcopado es un servicio, no un honor, por ello el obispo debe ante todo vivir para los fieles y no solamente presidirlos".
"Ama con amor de padre y de hermano -dijo Aguiar- a cuantos Dios bajo tu cuidado especialmente ponga: a los presbíteros y diáconos, tus colaboradores en el ministerio sagrado, a los pobres, a los débiles, a los que no tienen hogar y a los inmigrantes".
(Con información Desde la fe)