Guadalajara, Jalisco.- Como parte de los foros de Justicia y Paz que se realizan rumbo al Diálogo Nacional por la Paz promovido por la Iglesia católica, el pasado 3 de septiembre se realizaron mesas simultáneas de trabajo entre obispos, religiosos y líderes de organismos de cámaras empresariales de México para dialogar "sobre las diversas formas de mejorar lo que hacemos" y que, les "motiva para soñar y trabajar, cada uno desde lo que le es propio, y a la vez juntos, por un México y por un mundo mejores, donde podamos desarrollar nuestras vidas y nuestras capacidades en armonía, en paz y sin la sombra del odio, la violencia y la inseguridad".
En las mesas participaron decenas de líderes empresariales, ministros de culto y ciudadanos convocados por el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Rogelio Cabrera, el presidente de la COPARMEX, José Medina Mora; el presidente de la Confederación de la Unión Social de Empresarios de México (USEM), Eugenio Cárdenas; el sacerdote jesuita rector del ITESO, Alexander Zatyrka; y los titulares de las presidencia de la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN) y de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (CONCANACO), José Abugaber y Héctor Tejada, respectivamente.
Al finalizar las mesas de trabajo, todas las instancias participantes emitieron una declaración conjunta en la que destacaron las siguientes emergencias para la nación mexicana:
1. "La incesante y creciente violencia que vivimos a lo largo y ancho del país, las muertes y desapariciones de tantas personas, el impacto del crimen organizado, la migración, la extorsión, la conflictividad social y política, son signos de una crisis que se sigue escribiendo en la postpandemia, que además de afectar la tranquilidad de todos, condicionan nuestro actuar como mexicanos".
2. "En esta atmósfera de desconcierto e incertidumbre y ante la dolorosa situación de descomposición del tejido social, los obispos y empresarios de México
estamos llamados a ser promotores de paz, a caminar juntos y a ser agentes proactivos para lograr la justicia que todos anhelamos y a la que tenemos derecho".
3. Que no hay paz sin justicia; por lo que se requiere: "un Estado de Derecho que sustente y asegure un orden justo para todos sus integrantes, y restablezca
las condiciones indispensables de legalidad y transparencia, que nos permitan avanzar hacia una realidad distinta, en un marco donde todos los ciudadanos encuentren la seguridad de sus derechos y obligaciones que los lleven a construir la casa común que deseamos todos".
4. Que la educación y las oportunidades de formación para todos los sectores de la población "constituyen el principal vector de un desarrollo humano integral, que hace a la persona más libre y responsable, y es indispensable para la defensa y la promoción de la paz".
5. Que es necesario "un compromiso por promover la cultura del cuidado, que puede convertirse, frente a las fracturas de la sociedad y la inercia de las instituciones, en el lenguaje común que construya puentes y que nos permita vivir en una nueva realidad en la que se honre la memoria de los cientos de miles de víctimas de la violencia, se exprese nuestra solidaridad a sus deudos, se repare el daño causado y se garantice su no repetición".
6. Respecto a las responsabilidades laborales, obispos y empresarios afirmaron que "el empleo digno que brinda las mejores condiciones para los colaboradores de las empresas, es uno de los factores clave para que las sociedades puedan construir la paz". Por ello, a manera de compromiso coincidieron en que "fuentes de empleo suficientes y bien remuneradas es la principal aportación para que las empresas se conviertan en lugares en
los que se respeta la dignidad humana y se contribuye a la vivencia de la paz".
7. Sintetizan que para atender los retos puntuales del país se compartieron y escucharon "prácticas deseables que proponen mejorar las condiciones de seguridad, luchar contra la corrupción y garantizar el cumplimiento de los derechos".
8. Obispos y empresarios convergieron en un compromiso para "impulsar la reconstrucción del tejido comunitario, comenzando por nuestras familias, por los lugares en donde vivimos, las escuelas, las empresas, los espacios de trabajo, las parroquias y las organizaciones de la sociedad civil, promoviendo además, con ánimo, respeto y humildad, la formación en el Pensamiento Social Cristiano".
9. Los representantes de la Iglesia católica y los líderes empresariales reafirmaron su compromiso "para escuchar, actuar y trabajar de la mano con las autoridades y los ciudadanos, promoviendo la participación de todos en causas sociales de alcance local y nacional, priorizando la cultura y la defensa
de los derechos humanos".
10. Finalmente, los liderazgos convocaron a sumar esfuerzos, tejer redes fraternas, solidarias y colaborativas para restaurar la paz. Y recordaron que los foros de participación conducirán al Diálogo Nacional por la Paz que tendrá lugar del 21 al 23 de septiembre en la ciudad de Puebla.