Culiacán, Sinaloa.- Una concentración masiva de aproximadamente 50 mil ciudadanos vestidos de blanco llenó las calles de Culiacán el pasado domingo 7 de septiembre de 2025, en una movilización civil sin precedentes que exigió el cese inmediato de la violencia que azota al estado.
La “Gran Marcha Ciudadana por la Paz”, convocada por 40 organizaciones civiles y encabezada por el obispo de la Diócesis de Culiacán, Jesús Herrera Quiñónez, partió del templo de La Lomita y concluyó en la Catedral local. Los manifestantes, portando globos y pancartas con consignas como “Ya basta” y “Fuera Rocha”, corearon su demanda colectiva de tranquilidad y seguridad.
El obispo Herrera Quiñónez bendijo a la multitud y emitió un contundente mensaje dirigido tanto a la ciudadanía como a las autoridades. Dijo a los presentes: “No están solos, Dios los acompaña”. En su alocución, el prelado hizo un llamado a los gobernantes para que brinden justicia y paz, y alertó sobre los riesgos de la corrupción. El obispo pidió a la ciudadanía "alzar la voz y no ceder con valentía a la violencia que envuelve la capital del estado”.
La marcha respondió a un contexto de extrema inseguridad. Según los datos oficiales del Consejo Estatal de Seguridad Pública documentaron, en el último año, mil 189 denuncias por desaparición y mil 782 asesinatos, cifras que incluyen mujeres, menores de edad y 48 policías.
Miguel Taniyama Ceballos, empresario y uno de los organizadores, explicó que el movimiento surge de “un cansancio y una desesperación de toda la sociedad” por la crisis que impacta las actividades económicas, sociales y educativas.
El recrudecimiento de la violencia se atribuye a la pugna entre grupos delictivos tras la detención de Ismael “El Mayo” Zambada, que generó una ola de enfrentamientos entre facciones criminales.
La movilización transcurrió en completa calma, con un operativo de vigilancia desplegado por la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal para garantizar la integridad de los asistentes.
La masiva participación, que superó todas las expectativas de convocatoria, demostró la unidad de la sociedad civil para exigir a los gobiernos estatal y federal, incluidos el gobernador Rubén Rocha Moya y la presidenta Claudia Sheinbaum, el fortalecimiento urgente de las medidas de seguridad y justicia.
La marcha no solo fue una protesta, sino una muestra de resiliencia ciudadana que clama por la restitución de la paz y una respuesta efectiva ante la crisis humanitaria que vive Sinaloa.