Tehuacán, Puebla.– El representante del Vaticano en México, Joseph Spiteri, nuncio apostólico, declaró que el desafío más grande para la Iglesia Católica y las autoridades civiles es la construcción de la paz, en un mensaje dirigido a un país que enfrenta ciclos persistentes de violencia y tentación de que, a través de la agresividad verbal, política o de un violento activismo, se quiera cambiar
Durante una visita pastoral a la diócesis de Tehuacán y la Sierra Negra, el embajador de la Santa Sede enfatizó el llamado del papa León XIV a trabajar por la unidad como único camino para sanar las heridas del mundo. El alto prelado se reunió con feligreses, el presbiterio diocesano, laicos y representantes de comunidades originarias.
En un claro mensaje dirigido a la clase política, Spiteri citó las palabras del Sumo Pontífice: “El Papa emitió un mensaje muy fuerte hacia todos los políticos y las autoridades civiles de no creer en la guerra”. Añadió que este llamado aplica para México, instando a autoridades federales, estatales, locales y eclesiásticas a rechazar la violencia.
“La violencia y querer el poder, así como imponer la ley del más fuerte, solo lleva a una derrota, a un desastre aún peor y no nos garantiza nunca la verdadera paz, la serenidad del corazón y la paz social”, subrayó el Nuncio apostólico con firmeza.
Spiteri reiteró el compromiso de la Iglesia Católica en México con los diálogos de paz y las acciones de misericordia.
“La iglesia está muy comprometida con ofrecer una posibilidad de acciones de misericordia y sociales de apoyo a las víctimas, a las madres buscadoras y a todos los sectores para salir del círculo vicioso de la violencia”, afirmó, además de destacar el trabajo de acompañamiento a migrantes.
Un aspecto central de su discurso fue el reconocimiento a los pueblos originarios. Spiteri destacó su importante participación y resiliencia, a pesar de haber enfrentado históricos sufrimientos:
Destacó que los pueblos originarios forman parte de la Iglesia católica, pues "a pesar de lo que han pasado siguen conservando su fe" y agregó que estas comunidades indígenas han registrado “sufrimiento, marginación, discriminación y otras circunstancias, pero mantienen su esperanza en Dios”.
El representante papal explicó que la estrategia de la Iglesia se basa en el testimonio y la atracción, no en la imposición. “Con los testimonios y otros más que se tienen se busca atraer hacia Jesús a las personas, no imponerles la religión”, aclaró.
Finalmente, Spiteri consideró que, de acuerdo con las estadísticas nacionales, el porcentaje de feligreses que han migrado a otras religiones no es significativo, subrayando la vitalidad y la esperanza que encuentra en las comunidades católicas del país. Su visita refuerza el mensaje del Vaticano de priorizar la paz y la unidad en una nación que clama por ellas.