Puebla de los Ángeles, Pue.- La Iglesia angelopolitana manifestó su extrañamiento a las autoridades civiles del estado por la iniciativa de reforma al artículo 297 del Código Civil local que redefiniría el matrimonio. Para la Iglesia católica, la reforma "eliminaría la noción del matrimonio como un contrato entre un hombre y una mujer".
"La Arquidiócesis de Puebla manifiesta su extrañamiento debido a que la situación que vivimos actualmente requiere de la atención prioritaria a otros temas en la agenda legislativa como la garantía de la seguridad, la salud para todos, la educación de calidad, el trabajo digno o el fortalecimiento de la familia como célula de la sociedad", apunta el comunicado.
La Iglesia local asegura ser respetuosa de las instituciones y autoridades civiles pero confirma su derecho a manifestar sus convicciones: "una de las cuales es la importancia de la familia para la supervivencia y el desarrollo de la sociedad".
En el comunicado, la Arquidiócesis de Puebla afirma que "desde el punto de vista social, el matrimonio formado por un hombre y una mujer, merece una especial protección porque es la base de la familia que a su vez da origen y forma a la sociedad".
Y abunda: "Dicho vínculo matrimonial también debe ser afirmado en su integralidad, atendiendo a la importancia de reconocer el valor que en ella tienen las diferencias que brotan de la figura femenina y la figura masculina".
Para la institución católica es una preocupación que la sociedad busque "la homologación del vínculo matrimonial a otras formas de convivencia como ocurre con las uniones de parejas del mismo sexo, llegue a constituir una injusticia porque anula el reconocimiento de las diferencias y la complementariedad antes mencionadas".
La Iglesia poblana también asegura que el comentario del papa Francisco sobre la posible aceptación del pontífice de las uniones homosexuales "fue mal interpretado. En ningún momento el Papa homologó las uniones de parejas del mismo sexo con el matrimonio, ni habló de un derecho a casarse, a formar una familia adoptando niños; mucho menos a un matrimonio religioso".
Al respecto, el comunicado explica que "la Iglesia no reconoce las uniones homosexuales... sin embargo, no rechaza que una ley de sociedades de convivencia o uniones civiles sin ser llamado matrimonio ofrezca la posibilidad de proteger un bien social atendible, como recibir seguridad social, prestaciones laborales, atención en la enfermedad o protección para no quedar desamparado a causa de alguna incapacidad o eventualmente pueda llegar a tener participación en una herencia".
Sin embargo, acota que dicha ley no sólo debería pensar en las personas homosexuales sino en las de diferente sexo, no casadas, que deciden compartir sus vidas y sus bienes.