Guadalajara, Jalisco.- La Arquidiócesis de Guadalajara, a través de su órgano oficial de información, cuestionó si las herramientas tecnológicas que la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha implementado junto a las cadenas de televisión en México serán suficientes para atender las necesidades educativas de los 36 millones de niños, niñas y adolescentes del país que comenzarán clases el próximo 24 de agosto.
"En esta nueva realidad educativa -reflexiona el Semanario de Guadalajara-, las actividades de aprendizaje estarán mediadas por los medios de comunicación masiva e interactiva como la televisión, la radio, las plataformas de internet... Sin duda será una diferente forma de educación formal donde los actores del hecho educativo tienen nuevos roles a realizar, y si no se encuentran preparados para ello iremos al fracaso y a la deserción escolar, sobre todo en la educación básica".
La preocupación de la institución religiosa responde a la necesidad de los niños -sobre todo en edad de educación preescolar y de primaria- porque "requieren de un apoyo presencial, sea de los maestros como de los padres de familia, pues la motivación para el estudio y el aprendizaje requiere el calor humano de los docentes o de los padres de familia".
"Si no lo hay, va a ser muy difícil que un medio de comunicación supla tal elemento esencial para el aprendizaje", lamenta el informativo de la Arquidiócesis.
El Semanario se pregunta cómo se puede propiciar un modelo educativo 'verdaderamente productivo': "Si los contenidos educativos se van a dar a través de la televisión, la radio, o la Internet, ¿cuál va a ser el papel de los docentes frente al grupo? ¿Cómo va ser su relación, su comunicación, su interacción con sus alumnos? ¿Cómo va a influir con su no presencia en el aprendizaje de sus alumnos? ¿Cómo va a revisar sus tareas, cuidar su conducta, aclarar sus dudas? ¿Cómo va retroalimentar a sus alumnos si solo los conoce de oídas, o de nombre?"
"Y sobre todo, ¿está el docente capacitado para estas nuevas actividades de enseñanza virtual o a distancia? ¿Cuenta con las herramientas tecnológicas y las estrategias de enseñanzas adecuadas y necesarias para esta nueva realidad educativa?", inquiere la editorial del semanario.
Finalmente, la Iglesia arquidiocesana plantea la necesidad de que las autoridades educativas atiendan las dudas de los docentes respecto a su modelo de enseñanza, la capacitación tecnológica, la comunicación directa con los padres y alumnos; además, para que también los padres de familia cuenten con las herramientas necesarias para facilitar el proceso educativo a sus hijos. Incluso pregunta qué se podría hacer con los estudiantes cuyos padres no pueden estar con ellos durante sus clases virtuales debido a sus trabajos.
"Ante esta nueva realidad educativa es necesario salir de nuestro confort, y tanto los docentes como los padres de familia tendrán que jugar un nuevo rol en este proceso de enseñanza aprendizaje para que los niños y jóvenes de hoy logren una verdadera educación de calidad", concluye.