Ciudad de México.- Frente a la próxima celebración nacional de la Consumación de la Independencia de México, la Iglesia católica ha adelantado la presentación de un posicionamiento integral sobre la lectura actualizada de aquel momento histórico del país y el llamado a la reconstrucción de la identidad y el tejido social nacional.
En conferencia de prensa, el arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Rogelio Cabrera López, reflexionó sobre esta particular conmemoración histórica: "Nos recuerda a un México libre, que lucha, que quiere caminar hacia adelante".
"Sabemos que nuestro país tiene muchos rostros e historias. Es un país que sufre y se alegra, pero siempre sueña con un futuro mejor. La Iglesia católica y los obispos también compartimos este largo recorrido de 200 años con todos sus asegunes, sus luces y sombras, con tinos y desatinos, pero siempre con el corazón puesto en el bien de nuestra patria".
Cabrera insistió en que esta oportunidad histórica "nos obliga caminar a recorrer el camino junto con nuestro pueblo en su gran diversidad y pluralidad".
Por su parte, el nuncio apostólico en México, Franco Coppola, aseguró que la conmemoración de estos hitos ayuda al pueblo a conocer mejor su historia: "Mirando las gestas de los héroes de la Independencia puede ayudarnos mucho hoy: La capacidad de estas personas de entregar su vida a un ideal".
"En ocasiones nos comprometemos apenas a necesidades de muy corto plazo; pero ellos han tenido un ideal y han entregado su vida a ese ideal. Pero también podemos aprender que estos personajes fueron grandes porque lograron interpretar las aspiraciones del pueblo. Esto es importante: estar cercano del pueblo, saber, interpretar sus apiraciones profundas. Además, quizá podamos aprender que muchos de aquellos personajes iniciaron este camino por fidelidad al Evangelio a pesar de las incomprensiones, de los juicios o del ambiente que no los ayudaba. Lo hicieron por fidelidad al Evangelio; ello nos recuerda a nostoros a permanecer fieles al Evangelio y sólo al Evangelio".
El documento de la Iglesia católica mexicana frente a estos actos celebrativos será publicado de manera íntegra el próximo 13 de septiembre; sin embargo, el arzobispo Cabrera adelantó algunas de sus reflexiones:
"El documento parte de los tres elementos fundantes de la Independencia que tienen que ser leídos de forma actual: las libertades, la parte de la vida espiritual-religiosa y la unidad nacional. Cada uno de los temas tiene su propia actualización. Ser un país de libertades donde todos tratamos de conciliar lo que cada uno piense y desea con los demás, sabiendo que el acuerdo siempre produce un mundo libre".
"También tenemos el desafío de la laicidad; nosotros creemos que una sociedad laica es necesaria. Nosotros estamos a favor de esta apertura relgiosa y espiritual, pero hablar de laicidad no significa otra cosa que libertad religiosa para creer o no, asociarse o no, expresar cada uno lo que piensa sabiendo que en esa transmisión de la propia doctrina hay un respeto al otro. Y también que fluyan en medio de nosotros las diversas posturas de ver la vida y de considerar ese bagaje espiritual".
"La tercera garantía: la unidad, el valor de la unión. México siempre tendrá que construir a través del diálogo el tejido social. Ese nunca se dá por hecho, cada generación tiene tensiones y desafíos que pueden separar pero nos toca reconstuir donde las tensiones crecen, donde las posturas personales y grupales son difíciles de conciliar. Debemos trabajar en la reconstrucción permanente del tejido social que pasa también por nuestro tejido eclesial. Es una tarea inacabada. Los acontecimientos que estamos por celebrar han marcado la pauta de nuestra historia, pero es una historia que no termina, que es muy exigente y que nos obliga a todos a leer lo qe el pueblo desea. Oír las aspiraciones del pueblo y compartir sus sueños y deseos. Es un momento difícil y complidado que nos obliga a todos a escuchar y decir de manera apropiada nuestra opinión. Todos deseamos que no haya divisiones, contraposiciones, que no construyan la unidad".
El documento a presentarse el próximo 13 de septiembre también anticipa la celebración del Coloquio Internacional 500 años de Historia de la Iglesia en México.