Monterrey, Nuevo León.- Los obispos de los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila han firmado un comunicado en el que exhortan a la ciudadanía y a las instituciones civiles a prodigar un "trato digno a las personas migrantes".
Dieciséis obispos advirtieron una "fuerte crisis migratoria" en la región noreste del país y en una gran zona fronteriza que va desde Boquillas (Coahuila) hasta Matamoros (Tamaulipas); al igual que el pontífice, consideran que detrás de las actitudes discriminatorias contra los migrantes pueden generar problemas "hasta el punto de convertirnos en seres intolerantes, cerrados y quizás, sin darnos cuenta, incluso racistas".
Por ello, inspirados por el papa Francisco, para "ir más allá de reacciones primarias" o cierto "instinto natural de autodefensa", exhortaron a favorecer medidas de integración a las familias en condición de migración.
COMUNICADO ÍNTEGRO: Provincia Eclesiástica de Monterrey-Trato digno a las personas migrantes
Recordaron las palabras del Papa sobre el fenómeno migratorio: "Ante las personas migrantes algunos tienen dudas y sienten temores... pero... una persona y un pueblo sólo son fecundos si saben integrar creativamente en su interior la apertura a los otros".
Los obispos dirigieron su comunicado en primer lugar a las autoridades migratorias mexicanas para que busquen mecanismos que garanticen el trato digno y humanitario a las personas migrantes: "Con documentación válida que respalde su tránsito por todo el territorio mexicano".
También exhortan a las autoridades federales, estatales y municipales de México para "atender los derechos humanos de las personas migrantes, salvaguardando siempre su integridad".
Los obispos también hicieron un llamado para que los migrantes no sufran actos de abuso o discriminación; además, que las autoridades favorezcan las iniciativas de atención humanitaria.
No sólo el gobierno mexicano ha sido conminado a mejorar su actitud a los migrantes; los obispos de la región también pidieron a las autoridades norteamericanas "flexibilizar sus normas con nuestros hermanos migrantes".
A los medios de comunicación, los obispos recomendaron mirar y relatar las verdaderas causas del fenómeno migratorio; así como no perder de vista que detrás del fenómeno hay personas y familias.
En su reflexión, los pastores también reconocieron que hay personas sufriendo "sistemas colapsados de distintos gobiernos" y cuyas circunstancias los mantienen "atrapados" en crisis de pobreza, marginación, corrupción y violencia.
Finalmente, los obispos exhortaron a la propia población católica mexicana: "A todos los fieles de nuestra Iglesia y a la sociedad en general, a defender y dar un trato justo, solidario y fraterno a quienes transitan por nuestros territorios, brindándoles la ayuda oportuna en sus necesidades".
Sugieren una "labor conjunta, para así lograr una atención digna y responsable hacia las familias migrantes".
La carta está firmada por el arzobispo de Monterrey, los obispos de Linares, Ciudad Victoria, Matamoros, Nuevo Laredo, Piedras Negras, Tampico, Saltillo; así como por obispos auxiliares y eméritos de la región.