Ciudad del Vaticano.- En la recta final de la Asamblea Especial del Sínodo de Obispos para la Región Panamazónica, el cardenal mexicano Carlos Aguiar Retes, adelanta que las votaciones de las propuestas emanadas de la reflexión de los padres sinodales este sábado serán ulteriormente valoradas por el papa Francisco pero que hay, por lo menos, coincidencia sobre el punto de crisis máxima en el que se encuentra la humanidad entera ante la devastación del medio ambiente.
“Ha sido un consenso generalizado, la importancia de generar una consciencia sobre la importancia de la casa común y dar más empuje a la encíclica Laudato Si’. Salió en 2015, falta que le demos todo el apoyo y que hagamos operativo lo que el Papa nos señaló”.
Sin embargo, no todos están de acuerdo. En el inicio de la semana, un grupo no identificado, presuntamente de opositores a las expresiones indígenas dentro de la Iglesia católica, robó y arrojó al Tíber una estatuilla de una mujer embarazada llevada por los representantes de la Iglesia amazónica. El Vaticano lamentó lo ocurrido y el cardenal Aguiar califica el evento como ‘lamentable’:
“Realmente es una lástima, una pena. Siempre hay, en todas las mejores familias dicen que hay una oveja negra. Y en la comunidad internacional la hay. Gente que no cree el daño que estamos haciendo; pero no cree por ignorancia. Y no ve los elementos que los científicos explican. ¿Qué haríamos en un planeta sin lluvia? Nos morimos. ¿Qué hacemos con estos contrarios? Pues tenemos que trabajar por la conciencia, de alguna manera hacerles ver que están muy equivocados”.
El cardenal primado de México considera un acierto que la Iglesia católica sea una institución proactiva en el diálogo y la colaboración con otras instancias públicas u organizaciones sociales para que asuman una conversión ecológica: “Que nos demos cuenta del daño que le hacemos con un estilo de vida de la sociedad al equilibrio de los ecosistemas y biomas, porque estamos en un punto de crisis máxima, estamos a tiempo para frenar los procesos de degradación del planeta, los tenemos que frenar”.
Aunque algunos mexicanos participaron como expertos y asistentes para el sínodo, el arzobispo Aguiar Retes fue el único obispo convocado por el Papa para participar en la asamblea y explica que el trabajo del sínodo es de consulta, pero que no tiene capacidad de decidir:
“La Iglesia es jerárquica y las proposiciones se hacen a las autoridades correspondientes […] Presentamos las propuestas para que el Papa las asuma como a él le parezca y las que no, las deje”, explica.
A pesar de ello, el arzobispo de México considera que tanto la convocatoria al Sínodo como la preocupación del pontífice por la Casa Común (expresada en su encíclica Laudato Si’) habla de “un testimonio de coherencia, lo que predica lo pone en práctica en sus responsabilidades”.
Aguiar Retes explica que la Amazonía no sólo preocupa en la dimensión local donde se ubica esta región sudamericana, sino en lo global porque su existencia y equilibrio es indispensable para la vida en la Tierra. Asegura que a lo largo de las expresiones del Sínodo se ha explicado con detalle la relación de las comunidades indígenas con el medio ambiente, los efectos de la contaminación, la tala y la desertificación; y que en estos trabajos colaboren todos los obispos de la región y de los nueve países que cuentan con una porción de la Amazonía es una riqueza:
“Nunca se habían reunido todos juntos [los obispos de la región panamazónica]; una de las propuestas que se ha discutido favorablemente es que haya una instancia jurídica reconocida que permita la colaboración y la puesta en común de los obispos de estos nueve países. Tiene su relevancia porque lo que pasa en la Amazonía sigue pasando en otras partes del mundo y hay que tomar el modelo para favorecer nuestra casa común”.
Aguiar Retes, de vuelta en México, participará en la Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y adelanta que tomará la palabra para compartir con los obispos de la República la opción por la ecología integral vivida en el Vaticano durante este Sínodo Especial por la Amazonía.