Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- Dos diócesis del sureste mexicano han denunciado públicamente su preocupación por la situación de violencia en la región; a través de sendos comunicados, los obispos de las iglesias de San Cristóbal de las Casas y de Tapachula han dado voz a las inquietudes del clero y los fieles de sus comunidades asegurando que "los grupos delincuenciales se han apoderado de nuestro territorio y nos encontramos en estado de sitio, bajo psicosis social...".
COMUNICADO ÍNTEGRO: Diócesis de San Cristóbal de las Casas- Sin justicia no habrá paz
Rodrigo Aguilar, obispo de San Cristóbal de las Casas, envió un mensaje a las autoridades federales y estatales así como a los organismos de derechos humanos, en el que manifiesta que la región del sureste (especialmente en la zona de la serranía chiapaneca) vive "tiempos de crisis frente a la violencia estructural e institucional con la presencia de la delincuencia organizada que lacera la vida de nuestras comunidades y nuestros pueblos".
"Estamos sufriendo los asesinatos, secuestros, desapariciones, amenazas, hostigamiento, extracción de nuestros bienes naturales, persecución y despojos de los bienes, fruto de nuestro trabajo", denunció Aguilar.
Por su parte, el obispo de Tapachula, Jaime Calderón, también lamentó que las comunidades de la sierra "siguen sufriendo a causa de la violencia y la escasez generada por los bloqueos carreteros".
E instruyó a los pobladores "en estos momentos de sufrimiento y escases [sic], usemos nuestra inteligencia, con tranquilidad, para sobrevivir con lo que esté a nuestro alcance para ir viviendo día a día".
Desde San Cristóbal de las Casas, la Iglesia local asegura que siempre "se ha denunciado la crisis social, la represión y la presencia de grupos criminales; sin embargo, no ha habido respuesta para los pueblos. El silencio de las autoridades pone en riesgo la integridad humana y nos demuestra un estado fallido y rebasado y/o coludido con los grupos delincuenciales".
En este contexto, fueron difundidos en redes sociales diversos videos donde se pueden apreciar a cerca de 250 personas apostadas al lado de una carretera observando el paso de 15 camionetas, artilladas y blindadas de manera hechiza, y donde viajan hombres vestidos de comando y portando armas largas, mientras algunos aplauden y celebran.
Medios locales aseguran que el desfile fue protagonizado por miembros del Cártel de Sinaloa y ocurrió en la comunidad San Gregorio Chamic, en la sierra de Chiapas, muy cerca de la frontera con Guatemala.
Por ello, las diócesis católicas del sureste denunciaron una lista de nueve graves afectaciones a la vida de los chiapanecos: Amenazas, persecución, intimidación; presión política a favor de grupos criminales; manipulación de políticas públicas; despojo de bienes; desabasto de alimentos; desatención de las autoridades federales, estatales y municipales; reclutamiento forzado, control territorial y extracción ilegal; e incursión de comandos armados a las comunidades.