Ciudad de México.- Los 145 seminarios presentes en México se alistan para recibir a los 4mil 500 mil seminaristas en sus instalaciones tras una larga ausuencia de los mismos debido a la contingencia sanitaria por el COVID-19. Por ello, la Dimensión Episcopal para los Seminarios y la Organización de Seminarios de México (OSMEX) publicaron un protocolo para que las diócesis y sus formadores reciban a los candidatos al sacerdocio en medio de "la adversidad de los tiempos".
Los seminarios son los centros formativos y educativos en donde jóvenes varones desarrollan su llamado vocacional al sacerdocio mediante una disciplina sustentada en el crecimiento espiritual, intelectual y humanístico; sin embargo, un elemento importante de esta formación es el área pastoral-comunitaria, que implica a los formandos diversos momentos de convivencia y colaboración; por ello, las medidas de prevención esperan mantener un ambiente seguro para sus habitantes y para los profesores.
"Los futuros sacerdotes deberán ser hombres de la comunión, que sepan establecer vínculos fraternos sólidos, motivados por el desarrollo humano, espiritual personal y que puedan superar las circunstancias adversas... nuestros seminarios e institutos de formación sacerdotal, son precisamente casas, donde se da la vida en común a la manera de una familia, y son escuelas, donde se aprende a seguir el ejemplo de Jesucristo, Buen Pastor", apuntan las orientaciones de OSMEX y la Dimensión para los Seminarios.
Cada obispo en su diócesis tiene la facultad de definir la fecha de reapertura de actividades en sus seminario; los cuales, se recomienda, podrán asumir responsabilidades extraordinarias como "que durante el primer semestre del curso formativo (agosto a diciembre del 2020) se mantenga como norma vivir dentro del seminario, evitando al máximo cualquier salida.... que implementemos protocolos de higiene personal y ambiental, rutinas de purificación de espacios y objetos de uso común, disposiciones previas al regreso de los seminaristas, que permitan evitar al interno de nuestras comunidades el posible brote y propagación de contagios".
"Aconsejamos un primer período de dos semanas (14-15 días) de confinamiento que permita tener una mayor certeza de la salud de los que habitan en el seminario, implementando una disciplina de cuidado personal y comunitario. Pasado este primer período, se podrá presentar un estilo de vida comunitaria con disposiciones y normas prudentes, permitiendo una mejor interacción en la comunidad", apuntan las orientaciones.
El documento recalca la improtancia de que tanto formadores como formandos permanezcan en el seminario con el objetivo de reducir la movilidad externa, y así favorecer un ambiente de salud física conforme a las fases de retorno a la normalidad.
Y, a pesar de que las nuevas disposciones en los seminarios cambien dinámicas en sus capillas, aulas, comedores, habitaciones, áreas deportivas y comunitarias, la OSMEX y la Dimensión de Seminarios insisten en que el proceso formativo continúe con las exigencias tradicionales más una nueva:
"Estábamos habituados a una formación con la seguridad de una vida ministerial en situaciones favorables de recursos y ambientes. Hay que formar con un horizonte a futuro que incluya el desafío de una personalidad humana y cristiana lo suficientemente madura y creativa, sólida y arraigada en Cristo, para el ministerio sacerdotal en situaciones adversas y de imprevistos".
Firman el documento, los obispos Hilario González Garacía (Linares), Pedro Mena Díaz (Aux. de Yucatán) y los sacerdotes Francisco Palmeros Palmeros (presidente de OSMEX), Octavio Pérez Ramírez (secretario ejecutivo de la Comisión Epsicopal de Vocaciones y Ministerios) y Luis Andrés Guajardo Muñoz (secretario de la Dimensión Episcopal para Seminarios y OSMEX).
DOCUMENTO ÍNTEGRO Formación sacerdotal en tiempos adversos