Badajoz, España.- Una iglesia de más de mil años de antiguedad en España ha sido derruida por una retroexcavadora en un acto que aún las autoridades locales están investigando. En el último mes, el gobierno del reino español liberó la información de las inmatriculaciones de bienes inmuebles en manos de la Iglesia católica para que, de haberlos, los legítimos dueños (particulares o ayuntamientos) reapropiaran aquelos administrados por los ministros de culto sin la documentación histórica precisa.
En se contexto, tan solo la espadaña situada sobre su puerta de acceso oeste recuerda ahora la presencia de la iglesia Santa María de Brovales. Recinto católico erigido durante la época visigoda en de Jerez de los Caballeros (Badajoz), esto es: entre los siglo V y VIII de nuestra era.
El resto de la histórica edificación religiosa “ha sido totalmente eliminado con una retroexcavadora”, según el arqueólogo Víctor Gibello. Así, han desaparecido “la cabecera, la sacristía, las naves y todas las estructuras existentes a su alrededor que eran diversas”. Un hecho “imperdonable”, por el que los causantes del daño “tendrán que enfrentarse a lo que la justicia disponga sobre ello”.
El propio Ayuntamiento de Badajoz ha denunciado lo ocurrido. De hecho, la alcaldesa, Virginia Borrallo, confirmó que el lunes acudió a la finca junto a concejales del equipo municipal de gobierno y efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil para recabar información sobre los daños en este bien patrimonial. También técnicos de la Unidad de Protección del Patrimonio de la Junta de Extremadura, acompañados por la responsable de Patrimonio de esta institución, Manuela Cordobés, se desplazaron el martes al lugar para evaluar los daños.
Así, Borrallo aseguró el martes que, aunque “desafortunadamente no se ha podido evitar el daño”, el consistorio ya ha actuado para denunciar e investigar lo ocurrido y se está a la espera de lo que dictaminen las autoridades. “Los hechos se han puesto en conocimiento del Juzgado a fin de determinar la responsabilidad respecto a los mismos y las posibles acciones que se deriven de ello”, añade el Ayuntamiento en un comunicado.
La iglesia se levanta sobre un yacimiento “muy importante” de época romana y, aunque “a fecha de hoy aún no se habían realizado trabajos arqueológicos que permitieran afinar la cronología”, se cree que “la fase más antigua es de época visigoda”. Posteriormente, cuando la Orden del Temple conquista el territorio, construye en el lugar “un oratorio de gran interés”. La ermita mantiene sus usos religiosos hasta el siglo XIX y tras su abandono ha servido como casa de campo.
Si bien “su estado de abandono era enorme”, asegura Gibello, cree que “era perfectamente recuperable con una restauración”. Sin embargo, esta “desgracia” ha provocado que la historia que entrañaba la iglesia se haya perdido para siempre: “Su propietario ha decidido demoler un monumento que formaba parte de nuestro Patrimonio. Con su decisión nos ha robado un legado que no solo le pertenecía a él, el Patrimonio es un bien común, es la herencia de nuestros antepasados, una herencia preciosísima que tenemos obligación de entregar a las generaciones venideras”. Por ello, considera que una pérdida como esta es algo que “no nos podemos permitir” y que es imprescindible “educar a la sociedad para sensibilizar sobre ello”. (Información ABC)