Jhakhand, India.- El pasado 15 de junio, se comunicó la muerte de un obispo católico de 65 años víctima de COVID-19 en la región oriental de Jharkhand; es el cuarto miembro del colegio episcopal en el país desde la 'segunda oleada' de la pandemia iniciada en abril.
Se trata del obispo Paul Alois Lakra, pastor de Gurnla, quien falleció después de un mes desde que le fue diagnosticada la infección de SARS-CoV2 e internado en el hospital Constant Lievens en Ranchi.
En la India se registra que más de 520 sacerdotes y religiosas han muerto a causa de COVID; 270 presbíteros, nueve frailes y 252 religiosas. Las cifras son sistematizadas por un religioso capuchino Suresh Mathew, editor del semanario 'Indian Currents'.
"Los casos positivos de COVID-19 en la India han descendido en junio; sin embargo, las muertes derivadas por la infección siguen con cifras crecientes", explica el fraile Mathew quien monitorea los estragos de la pandemia entre el clero por iniciativa propia.
El sacerdote implementó un método para documentar las muertes de COVID-19 en la Iglesia católica desde el inicio de la pandemia; esto a pesar de que apenas las diócesis comienzan a reportar las muertes de sus propios clérigos.
Mathew reconoce que, por desgracia, las cifras de muertes entre clérigos podría aumentar por aquellos casos de afecciones derivadas de un contagio o una recuperación desfavorable de COVID. También manifiesta su preocupación porque las autoridades suelen falsear los certificados de muerte para que no se evidencie el alto número de fallecimientos por COVID.
"La pandemia ha destruido a muchas familias y, el momento, nosotros sólo podemos clamar piedad a Dios para que nos mantenga a salvo", expresa el religioso.
Mathew explica que muchos de los sacerdotes contraen el virus durante sus servicios patorales, especialmente en funerales y auxilio a enfermos. (Con información UCANews)