Ávila, España.- El obispado de Ávila y la Diputación Provincial local han firmado un nuevo convenio para la conservación y restauración de templos de la provincia. Serán un total de 120 mil euros, 60 mil aportados por la diócesis y otros 60 mil de la Institución Provincial, para la mejora de las iglesias de Castilblanco, El Bohodón, San Bartolomé de Tormés, Órbita y Mediana de Voltoya.
El convenio fue rubricado en el Torreón de los Guzmanes, sede de la Diputación Provincial, por el presidente de la Corporación Provincial, Carlos García y por el obispo de la Diócesis, José María Gil Tamayo.
En total va a ser cinco las iglesias que se van a beneficiar de esta iniciativa que anualmente se viene repitiendo como medida de colaboraciòn entre las Diputación y Obispado, para la restauración en esta ocasión de las iglesias de Castilblanco, El Bohodón, San Bartolomé de Tormes, Mediana de Voltoya y Orbita. Obras que restaurarán muros, paredes, cubiertas, tejados… "Nos dedicamos fundamentalmente a preservar nuestros edificios religiosos más humildes del deterioro y del paso del tiempo y se hace en los pueblos más pequeños sobre los templos más pequeños", señalaba el obispo de la Diócesis.
Para el presidente de la Diputación este convenio tiene un objetivo claro "mantener ese beneficio de nuestros municipios, de su presente, de su pasado y de su futuro. Cuidar, recuperar, restaurar, potenciar las iglesias que durante muchos siglos han servido de lugares de referencia de muchas generaciones abulenses. Es siempre una buena iniciativa. Las iglesias y ermitas que están repartidas por nuestra geografía que no son Bienes de Interés Cultural también merecen nuestro cariño, nuestro respeto y nuestra atención económica para poderlas conservar. Son miles de lugares donde generaciones de abulenses se han reunido para orar, para celebrar la vida, para expresar su fe, su tradición, su cultura y también para despedir a los seres queridos. Más allá del legado arquitectónico o patrimonial las iglesias son centros de convivencia, centros sociales que durante estos últimos meses de la pandemia de la Covid-19 han tenido que cerrar sus puertas lamentablemente. También las iglesias han labrado esa comunicación necesaria para seguir trabajando y labrando esta tierra".
El obispo, en su condición de responsable de Patrimonio de los obispos en Castilla y León, enlazó este acto de la firma del convenio de restauración de templos con el acto que ayer se vivió en Burgos, en Carrión de los Condes y en Sahagún de la inauguración de la XXV edición de las Edades del Hombre, que “expresa en una primera línea y como gran marca que Castilla y León y sobre todo de la Iglesia y de las Diócesis de Castilla y León, el patrimonio cultural, que es el 80 por ciento del patrimonio cultural y artístico de esta comunidad autónoma y el mayor de España. Es el gran activo que no solo expresa el ámbito religioso sino también expresa un alto valor añadido económico, porque supone la revalorización de los territorios en los que está y la atracción del turismo y sobre todo el fortalecimiento del sector servicios, tan castigado durante esta pandemia”.
Recalcó también el prelado abulense que Castilla y León no se entiende en su manera de ser, en su ADN colectivo de la impronta de nuestros pueblos sin la referencia al cristianismo.
"Incluso los que viven al margen de esto, viven en un contexto cultural que ha sido cristiano y es cristiano. Esto tiene una manifestación externa visible, incluso se sobrepone al resto de las edificaciones y son nuestras iglesias, que expresan la fe y la tradición de un pueblo. Para la gente que por desgracia ha tenido que emigrar, cuando vuelven en los veranos, es el referente del pueblo. Por eso se implican y quieren conservarla”. Reconoció tambijén que este acto de la firma del convenio contrasta con el de ayer en los monumentos y piezas de primer orden que se presentan en la muestra de las diócesis de Castilla y León, mientras que “aquí nos encontramos con iglesias sencillas de nuestros pueblos, pero con un valor sentimental muy importante para la identidad de los cinco pueblos donde se encuentran estos templos que van a ser restaurados".
También dijo el obispo la Diócesis de Ávila probablemente sea la institución que más empleo genera, después de la administración. Los cálculos para el próximo año alcanzan unos 20 millones de euros en sueldos de los trabajadores de la Diócesis, con el peso socioeconómico en nuestra provincia.
Comentó también que una parte importante de los presupuestos de la Diócesis se destinan a la preservación de su patrimonio y "encontrar en ese camino la ayuda de la Diputación de Ávila es contribuir al desarrollo de nuestra provincia".
Recalcó desde que desde el punto de vista de la fe conservar los templos es también importantísimo. Por lo tanto, concluyó el obispo afirmando que “estamos, por lo tanto, ante una dimensión importante religiosa, pero también histórico cultural y también económica de revalorización de nuestra territorio”.
El obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, ha puesto de relieve la importancia de mantener nuestros templos desde el punto de vista de la fe y el patrimonio especialmente en estos tiempos de pandemia.
Por su parte el presidente de Diputación, Carlos García, ha subrayado que esas pequeñas iglesias de la provincia que no están consideradas como Bien de Interés Cultural también se merecen “el cariño, el apoyo y la financiación” de las administraciones.