Zhejiang, China.- Fieles católicos de la diócesis de Wenzhou en Zhejiang denunciaron que las autridades del Estado han secuestrado 'nuevamente' al obispo Shao Zhumin.
La agencia católica de noticias asiática afirmó que el obispo fue trasladado oficialmente "para hacer turismo"; sin embargo, los fieles católicos aseguran que esta desaparición forzada por meses del obispo Zhumin es "para lavarle el cerebro" o presionarlo para aceptar las directivas de los organismos religiosos patrióticos del Partido Comunista Chino".
El obispo fue sustraído de su residencia pastoral el pasado 25 de octubre y los fieles ya le han extendido un mensaje de apoyo: "Rezamos para que el Señor le dé confianza y coraje, para que no se desmoralice por lo ocurrido; rezamos también para que se mantenga sano y lúcido, bajo la guía de Cristo, para que pueda volver cuanto antes con nosotros a pastorear su rebaño; recemos todos juntos".
La agencia AsiaNews asegura que no es la primera vez que la policía arresta a Shao Zhumin y lo hace desaparecer durante meses. La condición 'especial' en la que se encuentra este pastor católico es que el obispo de Wenzhou es reconocido por el Papa de la Iglesia católica romana pero no por el Partido Comunista, que pretende ejercer control sobre las actividades religiosas en China.
Además, los secuestros del obispo Shao Zhumin parecen ser preparados con sumo cuidado. "Siempre tienen lugar en vísperas de épocas importantes para las comunidades católicas: Navidad, Pascua, el día de la Asunción y ahora noviembre, el mes de oración por los difuntos pues en la tradición china el Qingming, la memoria de los antepasados, se celebra en cambio en primavera".
"En noviembre se celebran muchas misas por los difuntos, acompañadas de encuentros, rosarios y oraciones. En Zhejiang el porcentaje de cristianos supera el 10%. Los fieles de Wenzhou son muy piadosos, y todos los años en estas fechas visitan el cementerio donde descansan los restos de James Lin Xili, el primer obispo local. Ordenado en 1992 por el papa Juan Pablo II, Lin era un obispo clandestino, no reconocido por el régimen chino. En 1999 las autoridades lo arrestaron y lo mantuvieron bajo control hasta su muerte en 2009".
El control del partido sobre las actividades religiosas se confirmó cuando las autoridades impidieron la entrada al cementerio de Wenzhou con vallas de hierro para evitar que los creyentes católicos se reúnan; sin embargo, este año prefirieron secuestrar al obispo Shao Zhumin.
La agencia también recuerda que la nueva reglamentación de las actividades religiosas impuesta por el Partido Comunista entró en vigor en febrero de 2018 sólo permite aquellas que se realicen en lugares registrados y controlados por el gobierno (incluso la instrucción religiosa personal es controlada). El personal religioso solo puede desempeñar sus funciones si está adherido a la Iglesia oficial y se subordina al Partido.
En 2018, sin embargo, también se firmó el acuerdo Sino-Vaticano sobre el nombramiento de obispos y fue renovado en octubre de 2020. Ese acuerdo, se esperaba, ayudaría a promover la tolerancia y abrir algunos aspectos de libertad religiosa en el gigante asiático; no obstante, los católicos locales afirman que los acuerdos no frenaron la persecución de los católicos chinos, especialmente los que no son oficiales.
El caso del obispo Shao Zhumin no es el único de privación de la libertad y de la libertad religiosa. El obispo Jia Zhiguo también se encuentra bajo arresto domiciliario, a otros obispos les cortaron el suministro de agua, electricidad y gas en sus hogares, como al obispo Guo Xijin, y otros más fueron sometidos a sesiones políticas, como a Zhang Weizhu. (Con información AICA y AsiaNews)