Lourdes, Francia.- Durante la Asamblea Plenaria de la Conferencia de Obispos de Francia, los pastores galos han decidido que, para indemnizar a las víctimas de los abusos sexuales y de encubrimiento de criminales, no van a recurrir a las aportaciones de los fieles católicos que subvencionan la labor social y evangelizadora; sino que tendrán en mente vender propiedades de la Iglesia o acceder a préstamos bancarios.
La asamblea de obispos que terminó este lunes 8 de noviembre anunció el proceso de indemnización para víctimas (al que llama contribución financiera o ayuda); esto, luego del informe publicado recientemente sobre los ministros de culto y laicos comprometidos perpetradores de abusos sexuales en la Iglesia francesa de 1950 al 2020. El informa de la CIASE reeló que por lo menos 2 mil 600 menores fueron abusados por obispos y sacerdotes.
Para las personas que son víctimas de violencia y agresión sexual, los obispos de Francia decidiern la creación de crear la Autoridad Nacional Independiente de Reconocimiento y Reparación (INIRR): "Su presidencia está encomendada a la señora Marie Derain de Vaucresson, abogada, ejecutiva del Ministerio de Justicia, ex defensora de la niñez y diputada de la defensora de derechos de 2011 a 2014, cuya misión comienza ahora con los medios económicos necesarios".
Las resoluciones de la asamblea de obispos incluyen la creación de nueve grupos de trabajo y doce medidas particulares; una de ellas es la creación de un tribunal penal canónico nacional cuyos estatutos serán aprobados en la siguiente asamblea episcopal y entrará en funciones el 1 de abril de 2022.
Los obispos de Francia también han decidido ser sujetos a una auditoría externa de las unidades de escucha de víctimas: "Lo que resulta en una carta común y un método de evaluación periódica que se confiará al Consejo de Prevención y Lucha contra pedofilia". Esta carta y esta evaluación se ofrecerán también a los institutos religiosos y las comunidades. Los resolutivos incluyen que todos los seminarios y casas de formación religiosa en Francia cuenten, por lo menos, con una mujer en sus consejos; y, además, que cuente con derecho a voto ante el instituto formativo.
La Iglesia no detalló la cifra que ha considerado para la reparación económica; sin embargo, sí definió que la indemnización será financiada con fondos propios: "Vendiendo activos inmobiliarios propiedad de la Conferencia Episcopal de Francia y de las diócesis", afirmó el presidente de la Conferencia Episcopal, el arzobispo Eric de Moulins-Beaufort.
Los obispos franceses han insistido en que no se harán ni colectas ni se recurrirán a donaciones de los fieles para cubrir los montos; por el contrario, se planea la creación de un organismo independiente, financiado por un fondo patrimonial y responsable de identificar a las víctimas para cobrar sus reclamos de reparación.
La Iglesia en Francia ya ha comenzado a estudiar los modelos de contribución financiera para quienes fueron abusados cuando eran niños. En los trabajos del episcopado francés las discusiones estuvieron centradas en el informe de la Comisión Independiente de Investigación sobre los Abusos Sexuales en la Iglesia de Francia (CIASE) presentado el pasado 5 de octubre y que concluyó que, si se incluyen las agresiones por parte de miembros laicos de la Iglesia, la cifra de víctimas asciende a al menos 330 mil menores vulnerados.
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El informe reveló que alrededor del 80 por ciento de las víctimas eran varones, niños de entre 10 y 13 años y que el abuso fue "sistemático", según aseguró Jean-March Sauvé, jefe de la comisión, durante la presentación del reporte.
Moulins-Beaufort informó que los religiosos acordaron pedir al papa Francisco que designe un enviado para evaluar el trato de la Iglesia a quienes sufrieron las agresiones por décadas:
"Decidimos pedir juntos al Papa, ya que somos nombrados por él, que venga en nuestra ayuda enviando a alguien en quien él confíe para que examine con nosotros la forma en que hemos tratado y tratamos a las víctimas y a sus agresores".
Los obispos anunciaron además colectivos de trabajo que reflexionarán sobre el funcionamiento de la Iglesia tras las revelaciones sobre los delitos cometidos contra menores en el seno de la institución religiosa. La comisión que indagó los casos, establecida por obispos católicos en Francia a fines de 2018, pero que trabajó independientemente de la Iglesia, concluyó que durante décadas la institución religiosa no solo ocultó, sino que permitió que los abominables crímenes continuaran ocurriendo.