Bruselas, Bélgica.- El obispo emérito de Gent (Bélgica), Lucas Van Looy, ha renunciado al nombramiento cardenalicio que le anticipara el papa Francisco en semanas pasadas para hacerlo efectivo en el el Consistorio que tendrá lugar en Roma el próximo 27 de agosto.
Van Looy, de 80 años, forjó su vocación sacerdotal con los Salesianos de San Juan Bosco, fue misionero en Corea del Sur, directivo de Cáritas Bélgica y Cáritas Internacional; fue dos veces distinguido por el propio Papa para representar a la Iglesia belga en los sínodos de la familia y de la juventud, y también nombrado por Francisco como miembro de la Pontifica Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.
Aunque fue distinguido por el pontífice romano para recibir el 'capello cardenalizio' por su trayectoria como misionero, como promotor de la acción social de la Iglesia y por su abierta defensa de las personas enfermas y contra la estigmatización social que suelen recibir; Van Looy ha solicitado al papa Francisco lo excuse de la ceremonia de imposición de birretes púrpuras y del nombramiento como miembro del Colegio de Cardenales.
La razón, según la Conferencia Episcopal Belga, es que Van Looy compartió con el Papa que, en el pasado, ha recibido señalamientos de no haber atendido con toda la presteza ni cercanía necesaria a las víctimas que denunciaron abusos sexuales cometidos por sacerdotes de su diócesis mientras él fue obispo de Gent (2003-2019).
Debido a ello y, para no herir la sensibilidad de las víctimas, pidió que el Papa lo excluya del Consistorio.
El papa Francisco, según apuntó la Oficina de Prensa de la Santa Sede, finalmente ha aceptado la petición de Van Looy y no lo incluirá en la reunión de cardenales de agosto.