Lagos, Nigeria.- Mientras el proceso electoral en Nigeria incrementa la polarización social y ciudadana, una estela de violencia -muy especialmente en contra de sectores gremiales y específicamente contra los fieles católicos- sigue cobrando vidas en el país africano.
Nuevamente, un comando terrorista abrió fuego durante una celebración Eucarística dominical; esta vez en la iglesia de San Moisés en Robuh (Kaduna). El saldo del ataque fue de tres feligreses católicos muertos y casi medio centenar de secuestrados.
La agencia Fides relata que el comando armado ingresó al templo el 19 de junio por la mañana justo cuando la comunidad cristiana celebraba la Misa dominical. En medio de las detonaciones de fuego y las demandas del grupo agresor fueron asesinadas tres personas, una docena más sufrió heridas y cuarenta fieles aún están en calidad de desaparecidas. Se presume que el comando terrorista los ha secuestado.
Según fuentes oficiales, los comandos, formados por varios hombres armados, llegaron en motocicletas y asaltaron varios pueblos, empezando por Ungwan Fada. En la aldea de Robuh se produjeron dramáticos ataques contra los fieles de la iglesia baptista de Maranatha y la iglesia católica de San Moisés.
La aldea de Robuh ya había sido atacada el 5 de enero de este año y el 27 de abril del 2020.
Por este motivo, tanto los fieles de la iglesia católica como los de la iglesia metodista decidieron celebrar los servicios dominicales a las 7 de la mañana, para que los participantes pudieran volver a casa lo antes posible.
Sin embargo, el domingo 19 de junio, los agresores lanzaron su ataque poco después de las 7 de la mañana. El país africano lleva varios meses sacudido por trágicos atentados.
El pasado domingo 5 de junio, mientras celebraban la Fiesta del Espíritu Santo, otro medio centenar de católicos fueron masacrados en el atentado contra la iglesia de San Francisco Javier de Owo, en el estado de Ondo, en el suroeste de Nigeria.
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