Yakarta, Indonesia.– El papa Francisco llegó este 2 de septiembre a Indonesia, marcando el inicio de la visita más larga de su pontificado. En su primera etapa en Yakarta, el Papa fue recibido con entusiasmo no solo por la comunidad católica, sino también por la población en general. Este viaje se destaca por su carácter diplomático y pastoral, consolidando las relaciones entre la Santa Sede e Indonesia, país que fue uno de los primeros en ser reconocido por el Vaticano tras su independencia en 1945.
La visita del Papa Francisco subraya la importancia del diálogo y la reconciliación en un país caracterizado por su diversidad cultural y religiosa. Indonesia, con más de mil 300 tribus y una población que profesa seis religiones principales, ha promovido históricamente la unidad en la diversidad bajo su lema nacional, “Bhinneka Tunggal Ika”. Esta pluralidad es vista por el Papa como un modelo para la convivencia pacífica y el fortalecimiento de la fraternidad global.
Francisco expresó su deseo de visitar Indonesia desde 2019, una visita que finalmente se concreta en un contexto de renovado diálogo interreligioso y fortalecimiento de la misión de la Iglesia en la región.
Durante su estadía, también se espera que el Papa visite Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur, extendiendo su mensaje de paz y unidad a otras naciones del sudeste asiático.
La Iglesia católica en Indonesia, aunque representa solo el 3% de la población, juega un papel crucial en la promoción de la fraternidad en un país de mayoría musulmana. Con una fuerte tradición misionera, los católicos indonesios han contribuido al fortalecimiento de las vocaciones religiosas y al diálogo interreligioso a nivel global.
La llegada del papa Francisco a Indonesia no solo refuerza las relaciones bilaterales entre ambos estados, sino que también reafirma el compromiso de la Iglesia con la paz y la fraternidad en un mundo marcado por divisiones. Los fieles indonesios, especialmente aquellos de comunidades más remotas y con limitaciones económicas, ven en esta visita una oportunidad para revitalizar su fe y su misión en la sociedad.