Zaragoza, España.- El arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano Subías, ha escrito una carta pastoral para que los fieles católicos vivan "una Semana Santa para renovar la fe" y explica qué se debe hacer y cómo experimentar este tiempo de reflexión religiosa en el contexto del Año Jubilar, especialmente en el Jueves y Viernes Santos:
Lo primero: ¿Qué es la Semana Santa?
"Son unos días singulares en los que caminamos junto a Jesús, camino de la cruz, para buscarle después en el sepulcro vacío. Es una peregrinación de fe, que vivida en caridad, nos impulsa a ser peregrinos de esperanza. Si, peregrinos de esperanza que nos hace mirar al Resucitado con ojos nuevos", apunta el arzobispo.
Escribano recuerda que la Semana Santa es un itinerario en el que los fieles pueden experimentar cómo "Jesús nos da la certeza de que el mal, el sufrimiento y la muerte no tienen la última palabra. Jesús vence el mal y nos invita a compartir la vida nueva".
Pero sobre todo, la Semana Santa renueva el sentimiento de que "hay esperanza para toda la humanidad" pues, aunque exista "mucho sufrimiento de este mundo... la esperanza brilla con fuerza Cristo Resucitado, el lucero de la mañana, que ilumina y sacia el deseo de eternidad que todo ser humano tiene en su corazón, abriendo la certeza de un cielo nuevo y una tierra nueva donde no existe el llanto, el luto y el dolor".
"Esa esperanza nos mueve y nos compromete a ser nosotros también signos de esperanza para los demás, aliviando sus dolencias y sufrimientos, especialmente aquellos que son provocados por la injusticia y la violencia... Contemplándolo en su pasión y resurrección nos atrevemos a afirmar con toda la Iglesia, que Él es la esperanza que no defrauda".
Itinerario de fe
El ardzobispo comparte que "para llegar a la resurrección" los cristianos deben vivir con mucha intensidad estos días santos: "Vivir ya el Domingo de Ramos acogiendo ese nuevo Reino que Dios quiere instaurar con el Hijo y que tan poco tiene que ver con los poderosos de este mundo".
"El Domingo de Ramos abre una nueva Semana Santa, que en esta ocasión está enmarcada por el Año Jubilar"... es una puerta para los "días preciosos para contemplar a Cristo y agradecer su vida entregada por nuestra salvación".
El Jueves Santo, explica el arzobispo, se celebra la institución de la Eucaristía: "Jesús nos da el ejemplo de servicio al lavar los pies a sus discípulos. Servicio y humildad que nos dan la auténtica medida de la grandeza y nos introducen en el camino a seguir para todos aquellos que busquen la plenitud".
"Celebraremos también el día del amor fraterno que nos hará mirar, con los ojos de Jesús que se entrega, se parte y se reparte, a todos aquellos que sufren. Que nuestro Jueves Santo sea también solidario y con el bien que podamos hacer nos convirtamos en auténticos signos de esperanza para los demás".
El Viernes Santo "nos mueve a adorar a Cristo crucificado y a contemplar el misterio de la cruz y a descubrir su importancia en nuestras vidas".
Escribano recuerda que la cruz es la escuela del amor "que nos enseña a amar a Dios y a los demás con generosidad y sacrificio. Es, a los pies de la cruz, donde entendemos bien las palabras pronunciadas por Él: Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos".
El pastor también invita a los fieles a vivir y experienciar las celebraciones en los templos y las procesiones, que de la mano de las cofradías y hermandades llenan las calles de belleza y solemnidad.
"Son estos gestos que, presentando el Misterio del amor más grande, seguro que nos ayudan a renovar nuestra fe y a experimentar la alegría y la esperanza que brotan de la Resurrección de Jesús".