Ciudad del Vaticano.- Como cada año, en la fiesta del santo patrono de los escritores y periodistas, san Francisco de Sales, el pontífice romano divulga su mensaje para la 56a Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. En esta ocasión, el papa Francisco ha disertado sobre el papel de la 'escucha' en la comunicación contemporánea.
El Papa recomienda en este mensaje que se "Escuche con los oídos del corazón" pues es una condición para una comunicación auténtica.
En primer lugar, Francisco reconoce que la sociedad contemporánea está "perdiendo la capacidad de escuchar a quien tenemos delante" y que, sin embargo, "la escucha" exprimenta "un nuevo e importante desarrollo en el campo comunicativo e informativo, a través de las diversas ofertas de podcast y chat audio, lo que confirma que escuchar sigue siendo esencial para la comunicación humana".
El pontífice reflexionó que cada persona siempre ha tenido el deseo de ser escuchada y que, por lo tanto, todos aquellos que desempeñen un servicio en la educación, la comunicación o en la sociedad están llamados a sentirse interpelados ante esa necesidad.
Desde el punto de vista bíblico, Francisco aseguró que escuchar no se limita a la percepción acústica del oído o a la función fisiológica del cuerpo humano sino que la escucha se encuentra ligada a la relación dialógica entre Dios y la humanidad: "La iniciativa es de Dios que nos habla, y nosotros respondemos escuchándolo; pero también esta escucha, en el fondo, proviene de su gracia, como sucede al recién nacido que responde a la mirada y a la voz de la mamá y del papá. De los cinco sentidos, parece que el privilegiado por Dios es precisamente el oído, quizá porque es menos invasivo, más discreto que la vista, y por tanto deja al ser humano más libre".
Francisco recordó que en tanto en las Sagradas escrituras como en la enseñanza de los santos, se alude permanentemente al acto de escuchar de Dios: "La escucha corresponde al estilo humilde de Dios... Dios ama al hombre y por esta razón le dirige la Palabra”e inclina el oído para escucharlo". Mientras, se revela que la humanidad "por el contrario, tiende a huir de la relación, a volver la espalda y cerrar los oídos para no tener que escuchar".
El pontífice destaca en su mensaje que algunos, a pesar de tener oído perfecto, no consiguen escuchar a los demás: "Existe realmente una sordera interior peor que la sordera física. La escucha, en efecto, no tiene que ver solamente con el sentido del oído, sino con toda la persona".
No obstante, Francisco también señaló los defectos de una 'escucha' que se pervierte cuando se instrumentaliza este don a favor de nuestros intereses y en detrimiento de la dignidad de los demás; por el contario apunta cómo esta escucha es positiva:
El Papa aclara que la verdadera escucha y la auténtica comunicación, no tratan "de impresionar al público con un comentario ingenioso dirigido a ridiculizar al interlocutor, sino que presta atención a las razones del otro y trata de hacer que se comprenda la complejidad de la realidad".
Francisco reitera la importancia de la escucha en el oficio de comunicar: "No se comunica si antes no se ha escuchado, y no se hace buen periodismo sin la capacidad de escuchar. Para ofrecer una información sólida, equilibrada y completa es necesario haber escuchado durante largo tiempo. Para contar un evento o describir una realidad en un reportaje es esencial haber sabido escuchar, dispuestos también a cambiar de idea, a modificar las propias hipótesis de partida".
Para este propósito, sin embargo, se requiere un esfuerzo; algo que se asemeja a lo dicho por el diplomático vaticano, Agostino Cassaroli: "Un martirio de la paciencia, necesario para escuchar y hacerse escuchar en las negociaciones con los interlocutores más difíciles, con el fin de obtener el mayor bien posible en condiciones de limitación de la libertad. También en situaciones menos difíciles, la escucha requiere siempre la virtud de la paciencia, junto con la capacidad de dejarse sorprender por la verdad – aunque sea tan sólo un fragmento de la verdad –de la persona que estamos escuchando".
Para Francisco es un problema que la escucha activa, respetuosa y propositiva se vea amenazada por la desconfianza, por la infodemia, por los fenómenos actuales "que hacen cada vez más difícil hacer creíble y transparente el mundo de la información"
Por último, en cuanto a la acción pastoral, el pontífice escribe que "la obra más importante es ‘el apostolado del oído’. Escuchar antes de hablar, como exhorta el apóstol Santiago". Y concluye que, durante el proceso sinodal, invita a elevar preces para “que sea una gran ocasión de escucha recíproca". Puesto que: