Ciudad del Vaticano.- El papa Francisco ha solicitado al mundo cristiano que celebre "una Navidad más humilde" en la que se ahorre en los gastos y en los regalos y se envié ese dinero a los ucranianos pues "están sufriendo tanto". Ese es el nuevo llamado que el pontífice realiza desde que comenzó la guerra en Ucrania a inicios del 2022.
Durante la Audiencia General, el pontífice reiteró su cercanía y preocupación sobre lo que padece el pueblo ucraniano por la invasión comenzada por el ejército ruso; por ello, convocó a ofrendar oraciones por el pueblo.
"Se sufre tanto, tanto en Ucrania y por ello quiero llamar la atención sobre la próxima Navidad y estas fiestas. Es muy bonito festejar, pero bajemos el nivel, el nivel de los gastos de Navidad. Celebremos una Navidad más humilde, con regalos más humildes y lo que ahorremos, lo enviemos al pueblo ucraniano, que lo necesita", pidió el Papa.
Y agregó: "En Ucrania se está sufriendo. Sienten hambre, sienten frío y mueren porque no hay médicos ni enfermeras. Una Navidad en paz y con el Señor, sí, pero con los ucranianos en el corazón. Hagamos ese gesto concreto por ellos".
Hace unos días, la Lismosnería Apostólica, el organismo pontificio que se encarga de realizar las obras de caridad en nombre del Papa, pidió la donación de camisetas térmicas para poder enviarlas a Ucrania "ante la situación de emergencia que están viviendo no sólo por la guerra, sino también por la falta de electricidad, de gas y al clima invernal".
El Vaticano, a través del cardenal Krajewski, ha enviado ya en varias ocasiones material médico y de primera necesidad desde el inicio de la guerra e incluso el limosnero ha entregado a la población de Ucrania dos ambulancias, conduciendo personalmente los vehículos desde Roma.
Antes de su mensaje dedicado al pueblo ucraniano, el papa Francisco alertó al mundo cristiano sobre los riesgos que el mundo contemporáneo conlleva al abrir espacio a la maldad y al maligno: "El riesgo está y es que el aguafiestas, es decir el maligno, puede arruinarlo todo". El pontífice advirtió que "el demonio espera precisamente el momento en el que estamos demasiado seguros de nosotros mismos, cuando las cosas van en alza y tenemos, como se dice, el viento en popa".
En su tradicional catequesis de media semana, el pontífice explicó el pecado del orgullo: "Cuando confiamos demasiado en nosotros mismos y no en la gracia de Dios, entonces el Maligno encuentra la puerta abierta"; por ello, alertó a los creyentes que el mal y "su banda de matones" entran en la vida de las perssonas "sin que te des cuenta, llaman a la puerta, entran y al final comandan ellos en tu alma". Y advirtió: "Hay que estar atentos a estos diablillos educados, al diablo educado, cuando finge ser un gran señor".
El pontífice continuó su reflexión sobre las oportunidades que los fieles le dan al diablo de entrar en sus vidas: "El diablo tiene estas cosas, se mete dentro y chao... El demonio sabe disfrazarse de ángel, entra con palabras corteses, te convence y al final la cosa es peor que al principio.. por lo que hay que permanecer vigilantes y custodiar la gracia que Dios nos ha dado", dijo.