San Juan, Puerto Rico.- A pesar de que sus propias instituciones y centros de atención fueron también dañados severamente por los sismos que comenzaron el 28 de diciembre pasado, los miembros de la Iglesia católica en Puerto Rico se sacuden el polvo y redoblan esfuerzos para evaluar la crisis del siniestro y auxiliar a la población herida por el temblor.
"Los obispos de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña expresamos a todo nuestro pueblo un abrazo de comunión paternal y solidaria ante la situación de dolor y temor que vivimos por los efectos devastadores de la ola sismica".
La carta de los obispos, firmada por el obispo de Ponce y presidente de la Conferencia, Rubén González Medina, también pide a la ciudadanía a actuar con prudencia y preparación para enfrentar los fenómenos naturales: "No podemos paralizarnos ni ser víctimas del temor".
Conferencia Episcopal Puertorriqueña invitan a mantener la calma, ser prudentes, ayudar y ser solidarios con el sur de Puerto Rico luego de los acontecimientos sísmicos recientes. pic.twitter.com/ie4akKGB9j
— El Visitante PR (@elvisitantepr) January 8, 2020
Hasta el momento, en una primera evaluación de los daños, la Iglesia asegura que la región que sufrió los efectos más devastadores se encuentara en la costa sur de Puerto Rico, concretamente en los pueblos Ponce, Peñuelas, Guayanilla, Yauco y Guánica. Los obispos refieren que hay múltiples daños y destrucción completa de algunas residencias y propiedades: "Esto incluye daños a la iglesia Catedral de Ponce de Nuestra Señora de Guadalupe y la destrucción del templo de la Parroquia Inmaculada Concepción de Guayanilla".
“Con la fuerza de las piedras vivas reconstruiremos el templo”. Así lo dejó claro Padre Melvin Díaz Aponte, párroco de la Inmaculada Concepción de Guayanilla para El Visitante. Esto luego de que un fuerte temblor registrado esta madrugada destruyera el templo parroquial. pic.twitter.com/d8ALuhPfrl
— El Visitante PR (@elvisitantepr) January 7, 2020
La Iglesia local ha comenzado a implementar acciones para atender a las personas más vulnerbales: niños, ancianos y enfermos, principalmente. Las propias comunidades religiosas se han reorganizado para atender a la población y a sus propios miembros, como fue el caso de las tres religiosas de Fátima quienes se encontraban postradas en un campamento del Convento de Fátima de Guánica y que ahora están internadas en la Casa Diocesana de Pastoral de San Juan Diego en Ponce.
La Cáritas de Puerto Rico comenzó las colectas para recaudar fondos que asistan a la tragedia.