Bogotá, Colombia.- La Iglesia católica en la Amazonía se redefine. Frente a una de las crisis socioambientales más críticas del planeta, los obispos de la región abandonan modelos pastorales tradicionales para abrazar una misión sinodal, profética y de conversión ecológica integral. Este compromiso se selló en el Encuentro de Obispos de la Amazonía, convocado por la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) del 17 al 20 de agosto en Bogotá, un hito que marca la continuidad del camino abierto por el Sínodo Amazónico de 2019.
El evento reunió a más de 90 obispos de 76 jurisdicciones eclesiásticas de los nueve países panamazónicos, junto a líderes indígenas, religiosas y laicos, en un ejercicio tangible de sinodalidad. El mensaje central fue claro: la supervivencia de la Amazonía—vital para el equilibrio climático global con el 20% del agua dulce mundial y 390 pueblos indígenas—está en juego, y la Iglesia debe ser un actor clave en su defensa.
Presencia eclesial entre desafíos históricos
La Iglesia cuenta con una infraestructura significativa en la región: 105 jurisdicciones eclesiásticas, 2 mil 581 parroquias y la labor de 25 mil 710 laicos agentes pastorales, 5 mil 41 religiosas y 4 mil 206 presbíteros. Sin embargo, esta presencia secular, que inició con las diócesis de Santa Cruz de la Sierra (1605) y São Luiz do Maranhão (1614), enfrenta ahora su prueba de fuego ante la deforestación, la minería y la explotación de hidrocarburos que amenazan el bioma y a sus 33 millones de habitantes.
El cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, destacó el carácter revolucionario de la CEAMA, un “verdadero milagro” que supera estructuras puramente episcopales para integrar a laicos y pueblos originarios. “El reto es ser real y constitutivamente episcopal y sinodal”, afirmó, subrayando el nuevo modelo de gobierno eclesial.
Llamado a la conversión episcopal
La reflexión sobre el rol del obispo fue central. Lizardo Estrada, secretario general del CELAM, abogó por “una misión episcopal plena de conversión, servicio y unidad”. Instó a sus hermanos obispos a dejar atrás “lógicas de poder o fragmentación” para profundizar en un ministerio de comunión que se configure como “una eclesiología del servicio, del discernimiento, de la comunión y la profecía”.
Este tono de conversión personal e institucional resonó en la homilía del cardenal Czerny, quien, basado en la figura bíblica de Gedeón, recordó que la vocación surge desde la fragilidad. “No tomando en cuenta nuestras fragilidades, nuestros pecados, el Señor responde: Yo estaré contigo”, señaló, animando a los pastores a encontrar fuerza en la certeza del acompañamiento divino antes que en sus propias capacidades.
El legado del papa Francisco y su exhortación Querida Amazonía fue el marco indiscutible del encuentro. Los “sueños” social, cultural, ecológico y eclesial delinearon la hoja de ruta.
Omar Mejía, obispo de Florencia (Colombia), recalcó el compromiso de “darle vida” a esos sueños, un esfuerzo que en Colombia se traduce en el apadrinamiento de jurisdicciones amazónicas necesitadas por parte de 14 provincias eclesiásticas.
La acción concreta también se visibiliza en proyectos como el diplomado en gobernanza del agua, desarrollado en conjunto con el Instituto para el Diálogo Global, cuya directora, Gabriela Sacco, destacó el agua como un “derecho humano fundamental” que atraviesa problemas de pobreza, salud y educación.
Voces críticas y advertencias proféticas
El encuentro no eludió la crítica. Mauricio López, vicepresidente laico de la CEAMA, lanzó una alerta sobre el impacto disruptivo de la tecnología: “En las comunidades indígenas, el acceso a internet causa estragos, incluso con niveles de suicidio infantil”. Frente a esto, afirmó que la Iglesia es de las “pocas presencias que logran aportar una visión ética”.
Sobre la próxima COP30 en Brasil, el cardenal Leonardo Steiner, arzobispo de Manaos, expresó una “expectativa muy grande” por la participación de los pueblos indígenas y la Iglesia, actores claves para presionar por acuerdos ambientales vinculantes.
Amazonia: Un camino sinodal que recién comienza
El mensaje del papa León XIV a los participantes del encuentro, leído por el nuncio apostólico Paolo Rudelli, dio el respaldo final al exhortar a integrar de manera inseparable “la proclamación del Evangelio, el trato justo a los pueblos y el cuidado de la casa común”.
El encuentro se prevé concluya con un consenso regional orientado a que el caminio de la Iglesia amazónica "no es un punto de llegada, sino de partida".
La CEAMA se consolida de esta manera como el faro de una “Iglesia con rostro amazónico”, que asume la sinodalidad no como un concepto, sino como una práctica cotidiana de escucha, discernimiento y defensa valiente de la vida y el territorio. Su éxito o fracaso, consideran, no solo marcará el futuro de la evangelización en la región, sino también la credibilidad de la Iglesia en su misión de cuidar de la Casa Común.