Ciudad de México.- El representante del Papa en México, Franco Coppola, aseguró que la Nunciatura Apostólica “está abierta” para recibir denuncias de víctimas contra representantes eclesiásticos mexicanos acusados de abuso sexual, encubrimiento o falta de atención.
En entrevista con la agencia de noticias AciPrensa, Coppola añadió que el contacto personal de la nunciatura está a disposición para que las víctimas de abusos sexuales cometidos por ministros católicos presenten sus denuncias.
Aunque la Nunciatura Apostólica no es una institución con competencia para investigar ni ejecutar acción alguna contra diócesis, congregaciones o ministros del orden; el nuncio aseguró que su interés es acompañar a las víctimas de abuso sexual en su búsqueda de justicia.
“Muchas veces las personas que han recurrido aquí eran víctimas que no habían sido escuchadas por parte de los responsables de la Iglesia y acudían a la Nunciatura motivados por el compromiso que el Papa Francisco ha manifestado claramente en favor de las víctimas”.
La Nunciatura Apostólica es una misión diplomática de máximo rango de la Santa Sede ante las naciones con las que el Vaticano sostiene relaciones institucionales. Al frente de esta oficina se encuentra un nuncio elegido por el Papa; dicho representante atiende dos principales responsabilidades: la representación del pontífice ante las autoridades civiles del país y la atención de dinámicas episcopales con los obispos presentes en la nación.
“Lo que he tratado de hacer es facilitar el acceso de la víctima a la autoridad competente de la Iglesia; sea a nivel de la diócesis, sea a nivel del superior religioso o de la Santa Sede, acompañándola en su búsqueda de justicia”, apunta Coppola.
El italiano de 62 años llegó a la representación diplomática del Vaticano en México en 2016 y, desde entonces, desde la convicción de “tolerancia cero” ha ofrecido su ayuda a las víctimas para atender los casos de abuso. Para Coppola, luchar para prevenir y combatir los abusos por parte del clero es materia “clave” en la Iglesia pues, de lo contrario se trataría de una traición a su misión.
“La misión de la Iglesia es hacer presente a un Dios que salva y con este tipo de acciones cometidas por miembros del clero en lugar de salvar y sanar se hiere y se destruye la vida de las personas”.
En la entrevista, el nuncio reconoció lo que la Iglesia mexicana desarrolla en la actualidad para prevenir los casos de abuso sexual; sin embargo, no echa campanas al vuelo: “Mirando hacia el pasado nunca será suficiente lo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño causado. Mirando hacia el futuro nunca será poco todo lo que se haga para generar una cultura capaz de evitar que estas situaciones no solo no se repitan, sino que no encuentren espacios para ser encubiertas y perpetuarse”.
Transparencia y atención
Para Coppola, la transparencia y la atención expedita a las víctimas en los procesos de la propia Iglesia católica para responder a los crímenes sexuales serán indispensables para recobrar la confianza del pueblo. La “tolerancia cero” implica la ejecución de medidas concretas contra abusadores y el castigo de los encubrimientos allí donde ocurran: “La confianza se irá recuperando poco a poco en la medida en que los fieles encuentren reflejado en sus pastores el rostro misericordioso del Padre”, confió.
En el último lustro, diferentes instituciones eclesiales han desarrollado rutas de atención a denuncias contra ministros acusados de abusos. La propia Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ha aprobado protocolos de acción recomendables a todos los obispos y superiores ordinarios; mientras, el Centro de Protección a Menores (CEPROME) atiende y capacita a toda la Iglesia en México para combatir contra abusos y prevenir posibles riesgos en la infancia.
CEPROME Latinoamérica hace la cordial invitación al Seminario: Prevención del Abuso en la Iglesia, organizado por @CEVmedios #PrevenciónNuestroCompromiso @EpiscopadoArg @CRPconfer @Confepiscopal @episcopado_cl @Comunica_CELAM @CelamWeb @ines_franck @IglesiaMexico @CCP_Rome pic.twitter.com/tuMwgyTXcc
— CEPROME (@cepromeupm) December 10, 2019
Coppola recordó que existen dos procesos para atender los casos de abusos: uno canónico y otro civil. “En el proceso canónico, el obispo tiene que realizar una primera investigación sobre los hechos, tomar las medidas cautelares adecuadas para que el presunto culpable no pueda reincidir e informar en seguida la Congregación para la Doctrina de la Fe en Roma que le indicará los pasos a seguir en el proceso penal”, asegura.
“En el ámbito civil, el obispo debe señalar a la fiscalía el delito del cual tuvo conocimiento para que también la autoridad civil tome las medidas oportunas para hacer justicia e imponer la reparación del daño cometido. Es obligación del obispo seguir acompañando a la víctima y a su familia, asegurándoles la ayuda psicológica y espiritual necesaria”, indicó.
La dirección electrónica del nuncio apostólico en México para que las víctimas de abusos puedan contactarlo es Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..