Ciudad de México.- Ante la dificultad para la celebración, imposición y recepción de la ceniza bendita este Miércoles de Ceniza con el que inicia la Cuaresma 2021, la Arquidiócesis de México ha recomendado a los fieles católicos a suplir este sacramental con obras de misericordia.
"Quisiéramos recordar la relevancia que tiene el realizar en este tiempo litúrgico obras de misericordia, ya sean corporales o espirituales, y que pueden suplir en este año la recepción de la ceniza. Dos preguntas son un buen inicio para realizar estas obras: ¿Qué me corresponde ante una crisis como la que estamos viviendo? y ¿Cómo puedo unirme a la sociedad para enfrentarla juntos de mejor manera?"
En el editorial de su órgano oficial de comunicación, la Arquidiócesis de México comandada por el cardenal arzobispo Carlos Aguiar Retes recomendó que, más allá de encontrar maneras extraordinarias para la recepción de la ceniza bendita (como realizarla en atrios abiertos, distribuir 'paquetitos' de ceniza o pedir a los fieles que elaboren el sacramental en casa), los fieles recuerden que el sentido profundo de la Cuaresma es la conversión y la preparación espiritual para la Semana Santa y la Pascua de Resurrección.
Por ello, la Iglesia capitalina recomentó a los fieles a practicar las obras de misericordia espirituales que son las actitudes y enseñanzas como el perdón, la corrección fraterna, el consuelo y resignificar el sufrimiento, y las obras de misericordia corporales que suelen ser acciones caritativas con las que se ayuda a quienes nos rodean.
"Algunas de las obras que podemos hacer son: observar el comportamiento de las personas que nos rodean y consolar a alguien que se encuentra triste; perdonar las ofensas e insultos de los demás, aunque luzca muy complicado; buscar a personas que necesiten de alimento y bebida y dotarles por unos días de comida y agua; corregir con caridad, con amabilidad, al que está en un error, y nos damos cuenta de ello; y dar buen consejo a una persona que vive una situación complicada y a la que le puedan ser útiles nuestras acciones y palabras".
Recordó que en tiempos pandémicos las obras de misericordia corporales y espirituales también se pueden hacer con la cercanía y asistencia a una persona en cuarentena que vive sola; dedicar un largo tiempo para llamarle y escuchar con paciencia a alguien que necesita ser escuchado; o enseñarle, a quien no sabe, a manejar las nuevas tecnologías y utilizar las redes sociales e internet de una forma que le sea útil y funcional.
Finalmente recomendó no olvidar la práctica de la oración: "Orar por los enfermos, por el personal de salud, incluso orar por quienes no nos quieren. Oremos siempre por todo y por todos... la oración dispone un amor sobreabundante. Quien reza es como el enamorado, que lleva siempre en el corazón a la persona amada, donde sea que esté".