Aguascalientes.- Para vivir una vida coherente, humilde y centrada en el servicio, es imprescindible no construir "una existencia basada sólo en las apariencias", afirmó Juan Espinoza Jiménez, obispo de Aguascalientes, durante su reflexión homilética este domingo.
Durante la misa en la Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Asunción, el obispo ofreció una reflexión al pueblo hidrocálido sobre cómo las enseñanzas de Jesús denuncian la incoherencia y la soberbia; especialmente aquellas expresadas por los fariseos cuya vida estaba basada en las apariencias.
Por ello, el obispo expuso tres tentaciones que todas las personas afrontan en sus vidas:
La primera es la de vivir de apariencias, buscando el reconocimiento y la atención ajenos.
La segunda, construir la existencia sobre mentiras, fingiendo logros y éxitos inexistentes.
La tercera, el intento de realizar proyectos de vida imposibles o utópicos.
Para superar estas tentaciones, el obispo Espinoza propuso tres salidas: "Lo central es el servicio desinteresado como el camino hacia la verdadera grandeza: El verdadero poder reside en servir y no en dominar", dijo.
Lo segundo, es reconocer que "la humildad es la mayor sabiduría". El obispo compartió su reflexión sobre cómo la vida humana suele estar llena de humillaciones y desafíos; pero insistió en que lo auténticamente importante no se encuentra en el reconocimiento humano, sino en ser reconocido por Dios.
Finalmente, el obispo recordó la figura de la cruz en la vida cotidiana y en la vida cristiana; compartió con los fieles la difícil aceptación de que el sufrimiento y el dolor pueden purificar y llevar a una mayor comprensión de nuestras vidas y de la existencia del ser humano.