Zacatecas, Zacatecas.- El obispo de la diócesis zacatecana, Sigifredo Noriega Barceló, hizo votos porque el año electoral que comeinza goce de tranquilidad y paz: "Necesitamos vivirlo en paz porque requerimos evitar todo aquello que debilite, fragmente y cause violencia", dijo ante los medios de comunicación.
El obispo Noriega Barceló destacó su connivencia respecto a que el gobierno de la entidad dedicara este 2024 también a la paz, afirmó que la Iglesia zacatecana se sumará "en lo que corresponda" desde el ámbito de sus funciones y servicios.
Adelantó, no obstante, su interés de participar en la promoción de la construcción de paz en Zacatecas a través de la formación en las escuelas para padres de familia, es decir, en la formación de valores humanos y cristianos en los núcleos de los hogares y las familias. Del mismo modo, dijo que la Iglesia podría promover el deporte y sanas actividades para los jóvenes de la región: "La paz tiene que empezar en casa, además podemos desarrollar torneos deportivos por parroquias, o con movimientos de adolescentes y otros", reflexionó.
A pregunta expresa sobre la situación del fenómeno migratorio, Noriega destacó el trabajo de la Casa del Migrante diocesana que durante todas las fiestas decembrinas recibió a cientos de migrantes en tránsito, incluso a familias enteras.
El obispo destacó que la Casa del Migrante se mantiente prácticamente a base de las participaciones económicas de la Iglesia estatal aunque, el resto de las demás necesidades: “son cubiertas mediante la colaboración de muchos particulares que asisten con alimentos, medicinas y servicio gratuito de médicos, porque muchas personas llegan ahí muy lastimadas física y mentalmente".
Noriega explicó que, en ocasiones, las personas permanecen en ese lugar alrededor de dos o tres días y que “al momento no ha habido carencias aun cuando en algunos casos piden ayuda para transportes, por lo que a veces nos piden que colaboremos con ellos mediante una red de ayuda de quienes soportan el proyecto”.
Relató que hace tres meses llegaron a Casa del Migrante tres egipcios que no hablaban más que árabe y quienes les pidieron apoyo para llega a Estados Unidos, pero esta Casa no se ha visto rebasada más allá del límite.
Destacó que en ese refugio desempeñan labores humanitarias diversos grupos de personas que son sumamente generosas, quienes brindan la ayuda básica necesaria, para el caso de comida caliente y cobijas..