Ciudad Juárez, Chihuahua.- El obisp ofronterizo de Ciudad Juárez y titular saliente de la Dimensión de Movilidad Humana del Episcopado Mexicano, José Guadalupe Torres Campos, hizo un llamado a la comunidad católica en el país y muy especialmente a los activistas y defensores de los derechos de los migrantes a mantener la calma tras el triunfo de Donald Trump en la presidencia de los Estados Unidos.
El exmandatario norteamericano nuevamente sostuvo su campaña electoral en el fenómeno migratorio azuzando a los ciudadanos norteamericanos a rechazar las políticas permisivas de migración que promueve el Partido Demócrata y sus líderes; de hecho, como parte de la retórica habitual del magnate, prometió realizar 'deportaciones masivas' a partir del 20 de enero del 2025, día de la inauguración presidencial de Trump.
Las amenazas a los migrantes y a sus familias a la deportación inmediata son parte de discurso político trumpistaa, aunque con datos objetivos se ha comprobado que la gestión demócrata de Joe Biden ha deportado a más migrantes que en los dos mandatos precedentes de Obama y Trump. La preocupación es por la declaración del autodenominado 'Zar de la frontera', Tomas Homan, quien al ser interrogado sobre la preocupación de "separar familias" por las deportaciones respondió que entonces serían "deportados todos juntos" para evitar el malestar.
Prudencia ante especulaciones
No obstante, especialistas en el fenómeno migratorio han advertido que la promesa de las 'deportaciones masivas' será por lo menos difícil y costosa para atender el drama que realmente afecta a los Estados Unidos. Por ello, el obispo Torres Campos ha pedido que los grupos de asistencia y defensa de la migración humana atemperen los ánimos pues, dijo, que "las declaraciones realizadas durante la campaña electoral son meras especulaciones; hay que esperar las acciones concretas del nuevo gobierno estadunidense".
"Vamos a esperar a que llegue, a ver cómo llega. Pero sí estamos preparados como Iglesia y como sociedad para responder, de una u otra manera, a la actitud política de nuestros gobernantes, ya sea de un país o de otro", expresó.
Torres Campos reconoció que existe preocupación entre los obispos de ambos lados de la frontera, pero reiteró que tanto la comunidad católica como la sociedad civil están listas para afrontar las medidas gubernamentales en Estados Unidos.
"Ahora, antes y después, nuestra postura siempre será estar a favor de los migrantes: auxiliarlos, acogerlos y tratarlos con dignidad. Entendemos que cada país tiene sus normas y deben cumplirse, pero pedimos que las regulaciones sean justas y respetuosas de la dignidad de todas las personas", apuntó.
Torres Campos insistió en que ya sea respecto al ingreso de nuevos grupos de migrantes o a las deportaciones anunciadas, es necesario esperar a que las decisiones del nuevo gobierno se materialicen para actuar conforme a lo que disponga la ley.