Córdoba, Veracruz.- La reciente 117 Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) fue "un evento destacado tanto por los avances internos de la Iglesia Católica en México como por el acercamiento con las autoridades civiles del país", señaló el obispo de Córdoba, Eduardo Carmona Ortega en su retorno a su sede diocesana.
"Realmente la asamblea de los obispos cada medio año es de mucha actividad, pero esta fue especial porque implicó la renovación de la mesa directiva, del consejo permanente y de todas las diferentes responsabilidades que hay", comentó el prelado al término de su homilía dominical en la Catedral de la Inmaculada Concepción.
Compromiso con la paz: un objetivo común
Durante la asamblea, los obispos abordaron temas de gran relevancia, entre ellos, la construcción de la paz como eje central del trabajo eclesiástico. Carmona destacó que este objetivo guiará las acciones de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) durante el próximo trienio.
"El objetivo de este trienio es la paz: caminar como Iglesia unida en sinodalidad, evangelizando para construir una cultura de paz, que es lo que más necesitamos", explicó.
Uno de los momentos más significativos del evento -a decir de Carmona- fue el diálogo entre los obispos y representantes del gobierno federal, entre ellos, la presidenta Claudia Sheinbaum, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, y el titular de Asuntos Religiosos, Clara Luz Flores.
Carmona subrayó que, aunque la Iglesia y las autoridades civiles trabajan desde diferentes perspectivas, comparten un punto de encuentro en su labor por el bien común.
"Aquí el punto de encuentro entre la Iglesia y la autoridad civil es el pueblo: el pueblo de Dios desde nuestra perspectiva y la ciudadanía desde la perspectiva del Estado. Finalmente, trabajamos para el mismo Señor, que es el pueblo, y buscamos el bien común", afirmó.
Necesidad apremiante
El obispo destacó que el pueblo mexicano enfrenta una gran necesidad de paz, desarrollo y confianza para construir una sociedad más humana y civilizada.: "Hoy por hoy, el pueblo de Dios y de México necesita vivir en armonía, crecer y recuperar un mundo más humano", añadió.
La 117 Asamblea Plenaria de obispos no solo fortaleció el trabajo interno de la Iglesia -reconoció el obispo- sino que reafirmó su compromiso de colaborar con el Estado en la búsqueda de soluciones para los grandes desafíos sociales de México.
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