Cuernavaca, Morelos.– El obispo Ramón Castro Castro, titular de la Diócesis de Cuernavaca y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), expresó su profunda preocupación y convocó a la acción solidaria tras el anunciado cierre de la planta Nissan en Civac, Jiutepec.
Durante su homilía dominical en la Catedral de Cuernavaca, Castro Castro calificó la situación como "compleja y triste", enfatizando el impacto humano masivo: "Duele saber que todas estas miles de personas se quedarán sin su fuente de trabajo. Estamos hablando de miles de familias".
Castro realizó tres llamados urgentes: a los fieles les pidió oraciones por los trabajadores afectados y ayuda práctica a sus familias; a la empresa Nissan y a su directiva les solicitó reconsiderar el cierre de la planta y les exhortó a "pensar en las familias que serán afectadas" tras "tantos años en esta fuente de trabajo" para miles de morelenses; y finalmente al gobierno estatal, los urgió a la generar "fuentes dignas de trabajo formal" que sustituyan los empleos perdidos, especificó que dichas oportunidades deben ofrecer condiciones laborales justas, sin "malos ratos o pagos injustos".
Castro Castro confió en que las nuevas opciones laborales cubran una necesidad crítica para Morelos, estado que requiere empleos formales y dignos con urgencia. Su intervención destaca el papel de la Iglesia como voz ante crisis sociales que impactan directamente a las comunidades.