Cancún, Q. Roo.- Un nuevo ‘carisma’ para toda la Diócesis de Cancún-Chetumal será el trabajo que habrá de confirmar el obispo Pedro Pablo Elizondo, quien condujo como prelado la región del caribe mexicano del 2004 a la fecha y que el próximo 3 de mayo verificará la erección de la diócesis número 73 de 96 circunscripciones eclesiásticas presentes en México.
En entrevista con VCNoticias, el obispo Pedro Pablo Elizondo comparte perspectivas sobre la Iglesia presente en el estado de Quintana Roo: “Lo hemos dejado como un lema: La nueva diócesis es una misión que nos toca a todos”.
VCN: Usted mencionó que la concreción de la prelatura de Cancún-Chetumal en una diócesis implica un cambio de espiritualidad; una transición de espiritualidad de congregaciones religiosas a una espiritualidad diocesana ¿qué implica este cambio?
Pedro Pablo Elizondo: Significa que procuraremos mantener la caridad pastoral como el eje de nuestra espiritualidad. Esta Prelatura, acompañada desde los carismas y espiritualidades particulares de las ocho congregaciones religiosas que aquí sirven y han servido, ahora como Diócesis tendrá como principal dimensión el trabajo permanente el fortalecimiento de las comunidades parroquiales y una pastoral orgánica.
Esto se entiende incluso desde la perspectiva histórica de la Evangelización en México. Los primeros en llegar a estas tierras fueron franciscanos, agustinos, etcétera; ellos sembraron el Evangelio y atendieron a los pueblos desde su particular carisma y espiritualidad; luego ya se crearon las diócesis y se concretó el servicio de la Iglesia desde el obispo, sus sacerdotes diocesanos y los territorios parroquiales.
VCN: En estos 50 años, desde la creación de la Prelatura, dos obispos prelados de la Congregación de los Legionarios de Cristo recibieron la encomienda de conducir los trabajos hacia lo que ahora veremos será una diócesis de pleno derecho y responsabilidades, ¿cómo describiría los rasgos de la espiritualidad de las congregaciones religiosas imprimieron en esta región del caribe?
PPE: Una espiritualidad de celo apostólico y un carisma de especial esfuerzo en la construcción. Estas congregaciones han hecho un servicio inmenso para poner los cimientos de las iglesias con las que hoy contamos, desde conseguir los terrenos, reunir los recursos y las voluntades para erigir los templos y, por supuesto, también para organizar las comunidades de laicos que hacen Iglesia.
Por ejemplo, un solo sacerdote legionario levantó siete iglesias, es un carisma de él, un don. Pero creo que ese es el carisma que ha prevalecido en estos años: emprender, abrir brecha, construir donde no hay nada y hacer crecer comunidades.
Porque es importante hablar del compromiso de los laicos; actualmente hay 42 apostolados laicales y es importante que sigan creciendo y fortaleciéndose porque la diócesis es una misión que nos toca a todos, ya lo tenemos casi como lema.
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VCN: Al decir ‘diócesis del caribe mexicano’ nos imaginamos sólo los grandes hoteles y destinos turísticos, sus lujos, dispendios y desperdicios; sin embargo, usted ha insistido en que seguirán la perspectiva del papa Francisco de ser una Iglesia pobre y para los pobres. ¿Cómo se realiza esto actualmente y cómo querrá realizarlo como diócesis?
PPE: En efecto. Aquí hay un dicho que asegura que en esta región hay una ‘zona hotelera’ y una ‘zona atolera’. Es decir que hay un grande contraste entre las realidades sociales que aquí acompañamos, quizá el más grande del mundo.
Por un lado, tenemos el lujo fugaz y las comodidades que, sin duda son muy apreciadas; pero también vemos realidades donde hay mucha precariedad, hombres y mujeres muy humildes, con poca formación y muchas necesidades. Estas personas tienen oportunidad de trabajo, labores sencillas pero extenuantes de limpieza, jardinería, servicio. Sin embargo, como vienen de comunidades muy recónditas y empobrecidas de Chiapas, Oaxaca, Tabasco o Veracruz suelen comenzar a vivir en condiciones muy deprimentes, palapas de lámina o cartón mientras encuentran trabajo o van adaptándose. Sabemos que hay más de cien asentamientos irregulares sin luz, agua, drenaje o pavimento; hay mucha pobreza y condiciones muy deprimentes y deplorables.
Como Iglesia buscamos ayudar, con el Banco de Alimentos, Cáritas, la Ciudad de la Alegría o el movimiento Nuevo Corazón que brinda comida a la gente en la calle. Debemos atender el grave contraste social y económico en la región.
Y también tenemos la creciente realidad de migración en las ciudades; migrantes cubanos que también solicitan nuestro apoyo y son recibidos en las parroquias a manera de albergue.
La ceremonia de erección de la nueva Diócesis de Cancún-Chetumal se realizará el 3 de mayo, día de la Santa Cruz. A las 17:00 horas en la Catedral de la Santísima Trinidad, se realizará la toma de la sede catedralicia y la toma de protesta de Pedro Pablo Elizondo como primer obispo diocesano. Posteriormente, en el Estadio de Béisbol se celebrará una misa multitudinaria con la feligresía e invitados.