Ciudad de México.- Para el retorno a las celebraciones eucarísticas en la Ciudad de México, el cardenal arzobispo Carlos Aguiar Retes, instruyó a que los párrocos capitalinos oficien su primer misa por las víctimas de la pandemia de COVID-19.
"He considerado muy loable y consolador que cada párroco -y los presbíteros en general ofrezcan la primera Santa Misa con presencia de fieles, por todas las personas que han fallecido a causa de la pandemia, por las familias en duelo, y por el personal de la salud de nuestra ciudad", expresó el cardenal Aguiar Retes.
A través de un decreto signado el 24 de julio, el arzobispo hizo un reconocimiento a todos los ministros y agentes de pastoral por el trabajo responsable asumido durante la suspención de culto, el establecimiento de medidas de distanciamiento y las prácticas de creatividad pastoral para acompañar a la feligresía en sus necesidades.
"Las autoridades civiles han iniciado ya el proceso del retorno gradual a las actividades de la sociedad en general. Como Iglesia, retomaremos parcialmente la vida y participación en parroquias, centros de pastoral y demás ámbitos, en donde cada uno desarrolla su actividad", comparte el cardenal.
No todas las parroquias de la Arquidiócesis de México reanudarán actividades, aquellas ubicadas en las colonias donde exista aún un alto nivel de contagio y el semáforo epidemiológico continúe en rojo tendrán que esperar a la reapertura del culto.
Aguiar confirmó la dispensa del precepto dominical para los fieles "que deben permanecer en alerta y precaución, particularmente ancianos, enfermos y mujeres embarazadas" puesto que los templos aún deberán limitarse a recibir al 20% de su capacidad. Para ellos, el arzobispo les reiteró su invitación a participar de la misa por medios digitales, en radio, o en televisión.
"Esta decisión de reapertura es una magnífica oportunidad para testimoniar nuestra responsabilidad en el cuidado de la salud y el respeto por la vida; por ello los exhorto a observar las necesarias exigencias que están descritas en el Protocolo previsto y bajo cuya guía ustedes ya han preparado sus respectivas parroquias. Las opciones que tomemos -feligreses y sacerdotes- han de estar marcadas por el especial cuidado para preservar la salud y la vida, valores primeros y supremos que siempre debemos respetar".
Finalmente, invitó a los creyentes a poner en manos de la Virgen de Guadalupe el proceso de reapertura del culto: "Ella nos ha acompañado en las difíciles y complejas circunstancias que hemos vivido, y su presencia maternal nos llena de esperanza".