Guadalajara, Jal.- La pandemia de COVI-19 ha evidenciado tres grandes frentes que "crean una cuultura contra las mujeres... contra la vida de ella y de la persona que espera en su vientre" reflexionó la Arquidiócesis de Guadalajara a través del editorial de su órgano informativo 'Semanario'.
Para el semanario, las mujeres mexicanas deben enfrentarse "a un sistema económico que privilegia el tener sobre el ser, lo que afecta la convivencia matrimonial y familiar; a la privación del valor de la vida con la imposición del aborto, la eugenesia y la eutanasia, que afecta a los niños, los enfermos, los discapacitados y los ancianos; y a la sistemática agresión a la familia como institución que intenta vaciarla de signidicado".
El editorial arquidiocesano recordó las palabras del papa Francisco al señalar que "una sociedad sin madres sería una sociedad deshumanizada, porque las madres siempre saben testimoniar, incluso en los peores momentos, la ternura, la dedicación, la fuerza moral".
El texto también asegura que las madres de familia son imprescindibles para la Iglesia puesto que transmiten el sentido profundo de la práctica religiosa: "Sin las madres no sólo no habría nuevos fieles, sino que la fe perdería buena parte de su calor sencillo y profundo".
La Iglesia taptía también recordó que la doctrina de la Iglesia sobre el tema del aborto es "clara y constante": "La Iglesia se opone a esta práctica, en nombre de la defensa de la vida, desde su inicio hasta su final. La violación sistemática del derecho a la vida, y de cualquier principio moral fundamental, conduce inevitablemente a una progresiva ofuscación de la conciencia y al materialismo práctico, en el que se alimentan y difunden el individualismo y el utilitarismo".
El editorial retoma la enseñanza en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium: "Esta defensa de la vida por nacer está íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano... para el Papa, ningún valor sería más negociable que otros: la defensa de la vida no es más que la acogida al refugiado. Reitera la enseñanza y la postura de la Iglesia ante la vida por nacer, es una afirmación eminentemente positiva y constructiva: un homenaje a la obra más grande de la creación: dar la vida, sacar vida de la nada".
El texto finaliza lamentando que los valores humanos sean sustituidos por el tener o el placer; y critica las promociones de un bienestar material o de calidad de vida basados exclusivamente basados en la eficiencia económica, el consumismo desenfrenado, el rechazo de toda forma de sufrimiento y la instrumentalización de la sexualidad".