Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- El accidente del trailer que transportaba de manera ilegal e inhumana a 166 migrantes centroamericanos por territorio mexicano, no sólo "muestra el terrible drama que cotidianamente viven los migrantes en su paso por nuestra tierra; además pone en evidencia la corrupción que aún prevalece en torno al tema migratorio", acusó la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez y su Oficina de Pastoral Social.
El arzobispo Fabio Martínez Castilla externó la tristeza de la Iglesia católica en el sureste mexicano: "Estamos muy consternados por este lamentable hecho, que viene a sumarse a una larga lista de sufrimientos que padecen nuestros hermanos migrantes en su tránsito por nuestro país y, concretamente, por nuestro estado de Chiapas. Elevamos nuestras plegarias a Dios, rico en misericordia y en consuelo, por estos hermanos nuestros que han perdido la vida de tal manera".
Según el más reciente reporte de las autoridades federales, 54 personas han perdido la vida por el accidente y 105 heridos. Entre los migrantes heridos se encuentran 95 personas de Guatemala, una de Honduras, una de Ecuador, tres de República Dominicana, una de México y cuatro sin definir su nacionalidad; 83 hombres y 22 son mujeres, y de entre ellos, 19 menores de edad.
"Pedimos a las instituciones de salud y a las instancias de servicios médicos que atiendan humanitariamente a los heridos", reclamó el arzobispo Martínez.
Apenas el 6 de diciembre pasado, el Episcopado Mexicano alertó al gobierno federal de la "dimensión y complejidad alarmantes" en el fenómeno migratorio en las zonas fronterizas: "Hacinamiento, demora en los trámites de solicitud de reconocimiento de la condición de refugiado y visa humanitaria, hostigamientos y abusos de parte de autoridades locales y federales, ahora se ha sumado la desesperación y los brotes de violencia de ellos, como respuesta a tantas promesas incumplidas de parte del Gobierno Federal", acusaron los obispos.
Los obispos advirtieron que, la nula atención de esta realidad pone en "riesgo la integridad física tanto de las personas migrantes como de la población local"; tres días más tarde, el accidente de la mafia que transporta inhumanamente a migrantes por el territorio mexicano pone en evidencia las fallas de los programas y acciones del gobierno mexicano y el Instituto Nacional de Migración (INAMI).
"¿Cómo es posible que un tráiler lleno de migrantes pasé desapercibido por los puntos de revisión? ¿Cómo es posible que se permita que decenas de personas viajen en esas condiciones inhumanas, poniendo en peligro sus vidas? ¿Qué autoridades están coludidas para que sucedan estas cosas?", inquiere la Iglesia chiapaneca.
El arzobispo Martínez y el sacerdote Gilberto Hernández, titular de la Pastoral Social de Tuxtla Gutiérrez concluyen su denuncia: "Hacemos un enérgico llamado a las autoridades para que esclarezcan este lamentable hecho y establezcan los mecanismos para que situaciones como estas no se repitan".
Y proponen que este hecho urga en la necesidad de cambiar políticas y paradigmas sobre el fenómeno migratorio: "Es momento para que se establezcan condiciones para la tan anhelada migración segura, ordenada y regular, que tanto se necesita en medio de esta crisis humanitaria. La sangre de estos hermanos clama al Cielo; la corrupción institucionalizada clama al Cielo; la indiferencia ante el dolor de los migrantes clama al Cielo".
Entrevistado horas antes del accidente del tráiler de la carretera Tuxtla Gutiérrez-Chiapa de Corzo, Chiapas, el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Ramón Castro Castro, confirmó que las autoridades federales y el INAMI no habían respondido a la denuncia presentada por la Iglesia católica el pasado 6 de diciembre: "Es una pena que no haya respuesta oficial, ninguna. [En el comunicado] se afirmó con toda claridad que no ha habido el resultado de las promesas que se han hecho; se hicieron muchas promesas y están incumplidas. Con mucha seriedad, con mucho dolor pero con mucha sinceridad hemos manifestado esta denuncia porque se ve el dolor de tanta gente y eso nos hiere, porque son derechos humanos fundamentales que no han sido atentidos".
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La Iglesia católica en Tuxtla Gutiérrez ha convocado a todas las parroquias del estado para que los fieles "organicen la oración por nuestros hermanos migrantes y sus familias. Así como promover la solidaridad por medio de Caritas. Nos solidarizamos con las familias de todos ellos; enviamos nuestras condolencias y les alentamos a poner su confianza en Dios, que permanece con ustedes en este momento de dolor y muerte".