Ciudad de México. — En un encuentro celebrado en la Universidad Pontificia de México (UPM), el Cardenal José Tolentino de Mendonça dialogó con académicos e intelectuales mexicanos sobre los desafíos contemporáneos en educación y cultura, con especial énfasis en la inteligencia artificial y la cultura digital. El prefecto del Dicasterio para la Educación y Cultura de la Santa Sede subrayó la necesidad de que los intelectuales asuman el papel de “aliados de la esperanza” ante la incertidumbre que marca el contexto actual.
Tolentino destacó que, en un momento de transformaciones profundas, el pesimismo no puede definir la labor de los educadores. Señaló que “el intelectual en el mundo contemporáneo no debe estar atado al pesimismo, sino que debe ser un ‘aliado de la esperanza’”, impulsando una educación que fomente la fraternidad y la humanidad compartida. Este llamado se extendió a la necesidad de recuperar los recursos espirituales y humanos para enfrentar los retos globales.
Uno de los temas principales abordados durante el encuentro fue la relación entre el ser humano y el medio ambiente. El Cardenal subrayó que no existen “dos mundos separados, ni dos ecologías distintas; hay un único sistema: la realidad socioambiental en la que todos vivimos”. A través de esta perspectiva, instó a los académicos a promover una ética del cuidado hacia la "casa común", la Tierra, resaltando la interdependencia que une a toda la humanidad.
El encuentro contó con la participación de figuras destacadas del ámbito filosófico y educativo en México, como la doctora Virginia Aspe Armella, el sacerdote Mauricio Beuchot y el maestro Pablo Castellanos López. Estos y otros intelectuales discutieron el "cambio de época" que atraviesa la educación superior, y coincidieron en la necesidad de una enseñanza que vaya más allá de los conocimientos técnicos para centrarse en la formación integral del ser humano.
El Cardenal Tolentino también reflexionó sobre el valor de la compasión, señalando que este principio no solo es un sentimiento, sino un "motor de búsqueda y esperanza" que se vuelve esencial en un mundo cada vez más tecnificado y globalizado. Destacó que la compasión tiene un papel crucial para fortalecer las relaciones humanas y superar el aislamiento emocional que muchas veces produce la tecnología contemporánea.
El diálogo contó con la intervención del doctor Guillermo Hurtado Pérez, quien advirtió sobre los riesgos de la fragmentación del lenguaje en la era digital, utilizando la metáfora de la Torre de Babel. Reflexionó sobre la necesidad de preservar la diversidad lingüística y cultural en un mundo donde la inteligencia artificial plantea tanto oportunidades como desafíos.
El encuentro dejó claro que la academia y la intelectualidad tienen un papel clave en la construcción de una educación más humana y comprometida con la realidad contemporánea, enfrentando los retos con creatividad y una visión esperanzadora del futuro.