Guadalajara, Jalisco.- En su visita a la Universidad del Valle de Atemajac (UNIVA), el Cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación del Vaticano, sostuvo un encuentro con 600 jóvenes, a quienes invitaron a transformar la universidad en una comunidad solidaria y de apoyo mutuo.
Durante su discurso, el Cardenal reflexionó en torno a que los centros universitarios no se conviertan en “archipiélago de soledades, sino en una comunidad solidaria, de ayuda y cuidadora”, refiriéndose al sentimiento de soledad que afecta a la juventud actual.
En este sentido, subrayó que la universidad debe ser un lugar donde “juntos, mantenemos un sueño” y se crea “verdaderamente en la persona humana”.
El Cardenal hizo una analogía entre la universidad y una sala de partos, describiéndola como un espacio donde nacen conocimientos, amistades y la identidad de los estudiantes:
“Aquí nosotros descubrimos, nuestra mirada se hace más larga, más sensible, más consciente de sí misma. Estos años de vida son de los más preciosos, porque estás construyendo no solo una carrera profesional, sino también un camino humano de amistades y autoconocimiento”, afirmó.
Tolentino de Mendonça enfatizó la relevancia de la educación presencial y de los espacios compartidos en la universidad, afirmando que el aprendizaje va más allá de las aulas, extendiéndose a todos los rincones del campus, incluyendo la biblioteca y el comedor, donde se fomenta un verdadero sentido de comunidad.
Reflexionando sobre el papel de las universidades católicas en el contexto actual, el Cardenal destacó la necesidad de combinar tradición e innovación.
“Somos herederos de una tradición que tiene siglos, incluso milenios, porque la inspiración para la escuela católica y las universidades viene de los Evangelios, de las palabras del Señor Jesús”, señaló.
Sin embargo, insistió en que esta tradición debe ir acompañada de la innovación para adaptarse a los nuevos desafíos que plantea el mundo contemporáneo.
El Cardenal también expresó su admiración por la Universidad, destacando que es una institución que, además de poseer una sólida identidad católica, apuesta por el futuro y por formar a sus estudiantes como “ciudadanos de una historia y protagonistas de un futuro”.
Esta es la primera visita del Cardenal Tolentino de Mendonça a la UNIVA, pero hizo votos porque no sea la última; lo consideró así mientrs anunció que el próximo año, la universidad será sede del encuentro de la Federación Internacional de Universidades Católicas, en el que se elegirá al nuevo presidente de la organización.
“Guadalajara es verdaderamente céntrica. Ustedes están en el centro”, comentó, resaltando la relevancia de la ciudad y de la UNIVA en el contexto educativo católico global.
Finalmente, el Cardenal José Tolentino entregó al rector de la UNIVA la medalla del Papa Francisco como reconocimiento a los trabajos educativos que la institución ha realizado a lo largo de décadas.
Con este gesto, alentó a la comunidad académica a seguir adelante con su compromiso de construir una universidad inclusiva y solidaria, que inspire a sus estudiantes a ser agentes de cambio en un mundo que enfrenta grandes retos.