Londres, UK.- Líderes religiosos mantienen su llamado a la paz en Ucrania mientras los católicos en todo el mundo han celebrado una Jornada de Oración ante la movilización de tropas militares rusas, el incremento de efectivos militares ucranianos y el posible estallido de acciones bélicas.
"Todos conocemos las tragedias que trae la guerra y tenemos frente a nuestra mirada las serias consecuencias de la misma", afirmó el arzobispo Paul Gallagher, secretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados y añadió: "Es aún más escandaloso mirar que quienes sufren los efectos de los conflictos nunca son aquellos que decidieron iniciarlos sino aquellos que sólo son víctimas indefensas".
El arzobispo británico emitió esta declaración durante la vigilia de la Jornada de Oración por la Paz, iniciativa solicitada por el papa Francisco a todos los católicos del mundo.
Ante la comunidad católica de Kyiv, el nuncio apostólico para Ucrania, Visvaldas Kulbokas, afirmó que "aquellos que traen guerra y violencia no pueden ser llamados cristianos"; y ante los micrófonos de Radio Vaticana, el cardenal presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, Kurt Koch, dijo que la participación de otras naciones en el conflcito es un riesgo que puede hacer escalar la guerra: "Los cristianos compartimos la convicción de que la guerra no es una opción".
La Iglesia ortodoxa ucraniana ha publicado oraciones especiales este pasado fin de semana en las que plantea la defensa del pueblo contra "los enemigos que se alían para destruirnos, a nuestra nación y nuestro santuario"; sin embargo, la Iglesia ortodoxa griega, a través del arzobispo Svetoslav Shevchuk en la misma región de Kyiv-Halych aseguró que la Jornada de Oración por la Paz en Ucrania ha unido de manera singular a todos los cristianos.
En la Jornada de Oración, el papa Francisco hizo un llamado para que Ucrania "crezca en el espíritu de la fraternidad para que todas las heridas, todos los miedos y divisiones sean superados".
Por su parte, el arzobispo Paolo Pezzi, cabeza de la minoría católica en Rusia, declaró al diario La Repubblica que si bien las relaciones entre Rusia y Ucrania no son sencillas, la figura del papa Francisco puede hacer la mediación necesaria para evitar la escalada bélica.
No obstante, la Iglesia ortodoxa rusa no ha hecho ningún pronunciamiento oficial respecto a las tensiones que se viven entre su propia feligresía; el metropolita director de asuntos exteriores, Hilarion Alfeyev, aseguró que las acciones rusas eran "ciertamente naturales" para "demandar ciertas garantías de seguridad mientras las armas de la OTAN son desplegadas en las fronteras de Rusia apuntando directamente a las ciudades rusas".
La Iglesia católica de Letonia ha alertado a sus connacionales de posibles actos de agresión por la desestabilización armamentista en Rusia y Ucrania; entre los riesgos alertan sobre ataques cibernéticos y guerra tecnificada: "Si Europa y la Unión Europea preservan su unidad interna, entonces podrían preservar la paz en las fronteras europeas.
El arzobispo de Riga, Zbignevs Stankevics, reflexionó en un encuentro en la catedral de Frankfurt: "Si Putin ataca a Ucrania, entonces nosotros, los países del Báltico, seremos los siguientes, incluido Polonia. Si no hay diálogo, entonces será demasiado peligroso. El presidente Putin podría dar un paso, luego otro y otro más". (Información The Tablet, Reino Unido)