Sankt Gallen, Suiza.- A diferencia de la inmensa mayoría de los nombramientos episcopales en el mundo, la designación legal y legítima del obispo de la Diócesis de Santk Gallen en Suiza aún puede realizarse por la vía de la elección sinodal de la feligresía católica y no por los mecanismos ordinarios entre nunciaturas, dicasterios y la Santa Sede. Aunque al final es el pontífíce romano quien debe dar su venia al proceso de nombramiento del obispo, es muy raro que se involucre a la grey en la designación de su propio pastor.
A inicios de la semana precisamente fue nombrado por el Pueblo de Dios como obispo electo para Sankt Gallen, el sacerdote Beat Grögli, párroco de la Catedral y titular de la unidad pastoral del centro de la ciudad, y el 22 de mayo fue confirmado por el papa León XIV como nuevo obispo de la diócesis.
El mecanismo de nombramiento de obispo titular por vía de la elección popular de la grey está regulado por el Derecho Canónico y, bajo ese principio, la diócesis de Sankt Gallen conserva ese privilegio. Aunque esa circunscripción eclesiástica no es muy antigua, pues nació como parte de la división territorial de su antecesora Diócesis Chur-Sankt Gallen; sus instancias predecesoras pertenecen a las diócesis más antiguas del mundo fundadas en el siglo V; y por ello, conservan privilegios centenarios como el de nombrar a sus propios pastores y después ser confirmados por Roma.
A finales del 2024, el obispo de Sankt Gallen, Markus Büchel presentó su renuncia canónica al haber alcanzado la edad de retiro de 75 años. Büchel fue consagrado obispo por el anterior obispo local, Ivo Fürer; y éste a su vez del obispo predecesor Otmar Mäder y así hasta antes de la Segunda Guerra Mundial cuando sus obispos fueron consagrados por el cardenal Pacelli, futuro papa Pío XII.
El papa Francisco aún pudo responder a la renuncia de Büchel pidiéndole que permaneciera en el cargo hasta que el pueblo eligiera a su sucesor. Fue entonces que el 20 de agosto inició el 'Capítulo Catedralicio' con el que 13 sacerdotes convocaron a las comunidades diocesanas a "una amplia consulta de inspiración sinodal" en la que participaron 173 grupos y mil 305 personas para reflexionar sobre el perfil que debía tener el obispo a elegir.
Veinte días más tarde, los resultados de la consulta popular realizada por el Instituto Suizo de Sociología Pastoral, el Capítulo Catedralicio obtuvo una lista de seis candidatos; cuyas trayectorias habían sido investigadas previamente por la Nunciatura y por el Dicasterio para los Obispos. Esta lista de seis candidatos permaneció resguardada en secreto y fue devuelta a la diócesis, sin objeciones.
El día fijado para la elección fue el 23 de abril del 2025. Sin embargo, por la muerte del papa Francisco dos días antes obligó al capítulo a posponer la elección por un mes, hasta el 20 de mayo.
La elección del obispo de entre los seis candidatos tuvo lugar precisamente el pasado 20 de mayo y el nombre elegido fue enviado inmediatamente al Dicasterio de los Obispos. Durante el proceso no se hizo público ningún nombre de los involucrados, para evitar cualquier veto o sanción por parte del Vaticano o del propio Capítulo.
Finalmente, la confirmación de la elección y el proceso por parte del Vaticano llegó el 22 de mayo, legitimando la elección hecha en la diócesis: el elegido fue Beat Grögli. El anuncio lo hizo el mediodía del jueves el decano y vicario general de la diócesis, en una sesión solemne que incluyó un concierto de órgano y la primera bendición del obispo electo, que será consagrado obispo (se espera que el propio Büchel sea el consagrante principal) en el contexto de la Misa de inicio de ministerio episcopal el próximo 5 de julio.
En su primer mensaje como obispo electo, Grögli expresó: "Acepto esta nueva e inmensa tarea con alegría; y agradezco -a todos y cada uno- por su ánimo y auxilio en este caminar en el servicio al Pueblo de Dios".