Ciudad del Vaticano.- Los pobres, los desocupados, los sin techo, los inmigrantes, los explotados y todos aquellos a los que las dictaduras del pasado mataban y que la "cultura del descarte" del presente convierte en basura: del trato que se les dispensa se mide el nivel de civilización de una sociedad, dijo el Papa.
Francisco volvió a reiterar la centralidad de los vulnerables, así como la urgencia de contrarrestar la triple "lacra" de la corrupción, el abuso de poder y la anarquía – tanto en la política como en la sociedad – en su discurso de esta mañana a los representantes del proyecto de diálogo transversal DIALOP.
Se trata de un proyecto de diálogo entre socialistas / marxistas, comunistas y cristianos destinado a formular una ética social común que pueda proponerse como una nueva narrativa para una Europa en busca de identidad, con una ecología integral entre la Doctrina Social de la Iglesia y la crítica social marxista en su centro.
La iniciativa nació en el 2014 tras un encuentro entre el propio Papa Francisco, Alexis Tsipras, entonces presidente del partido Syriza y luego primer ministro griego desde el 2015, Walter Baier, presidente del Partido de la Izquierda Europea, y Franz Kronreif, del Movimiento de los Focolares (ambos presentes el 10 de enero pasado en la audiencia).
Francisco recibió esta mañana, en el Aula Pablo VI, antes de la audiencia general, a quince miembros – siete de la izquierda y ocho de la parte católica de distintos países europeos – de esta asociación, con los que compartió, por un lado, su dolor por un mundo que hoy aparece "dividido por guerras y polarizaciones", y por otro, su aliento para mirar al futuro y tratar de imaginar un "mundo mejor".
“Los argentinos decimos: no te arrugues, no retrocedas. Y esta es la invitación que les hago a ustedes también: no retrocedan, no se rindan, no dejen de soñar con un mundo mejor”.
"Es en la imaginación, en efecto, donde la inteligencia, la intuición, la experiencia y la memoria histórica se encuentran para crear, aventurar y arriesgar", subrayó el Papa, recordando cuántas veces, a lo largo de los siglos, "han sido los grandes sueños de libertad e igualdad, de dignidad y fraternidad, reflejo del sueño de Dios, los que han producido avances y progresos".
En este sentido, son tres las actitudes que el Papa indicó a DIALOP para llevar a cabo su compromiso: la valentía de romper moldes, la atención a los débiles y la promoción de la legalidad. Y eso es tener el valor de romper los esquemas que significa "abrirse, en el diálogo, a nuevas vías".
“En una época marcada a diversos niveles por conflictos y desavenencias, no perdamos de vista lo que aún puede hacerse para invertir la ruta. Contra los enfoques rígidos que separan, cultivemos la confrontación y la escucha con el corazón abierto, sin excluir a nadie, a nivel político, social y religioso, para que la contribución de cada uno pueda, en su peculiaridad concreta, ser acogida positivamente en los procesos de cambio a los que está abocado nuestro futuro", exhortó Francisco.
El Papa pidió que se preste atención a los débiles siempre porque "la medida de una civilización se ve por cómo se trata a los más vulnerables: los pobres, los desocupados, los sin techo, los inmigrantes, los explotados y todos aquellos a los que la cultura del despilfarro convierte en basura". Y hablando espontáneamente recordó la historia del pasado reciente: "No olvidemos que las grandes dictaduras, pensemos en el nazismo, desechaban a los vulnerables, los mataban [...] Una política verdaderamente al servicio del hombre no puede dejarse dictar por las finanzas y los mecanismos del mercado”.
"La solidaridad, además de ser una virtud moral, es una exigencia de justicia, que requiere corregir las distorsiones y purificar las intenciones de los sistemas injustos, también mediante cambios radicales de perspectiva en el compartir los desafíos y los recursos entre los hombres y entre los pueblos", dijo el Papa. Y definió "poeta social" a quien se dedica a este campo, porque "la poesía es creatividad", y aquí se trata de "poner la creatividad al servicio de la sociedad, para que sea más humana y fraterna".