Ciudad del Vaticano.- Ante las diversas críticas internas que se han hecho a la declaración Fiducia supplicans (sobre el sentido pastoral de la bendición), el papa Francisco ha finalmente arremetido en contra de los señalamientos y las exigencias de retractación que algunos obispos le han pedido al Sumo Pontífice sobre la posibilidad de bendecir tanto a parejas en situación de irregularidad matrimonial como a personas homosexuales en una relación de pareja.
En las últimas semanas, la declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe bajo el mando del cardenal argentino Víctor Fernández ha sido fuertemente criticada por diversos sectores eclesiásticos por abrir la posibilidad a los ministros ordenados a atender pastoralmente tanto a divorciados vueltos a casar como a parejas homosexuales y ofrecer la bendición -sin ritos, sin formalidades y sin intenciones normativas- a las personas que auténticamente buscan a Dios y su asistencia para crecer en la fe.
Ante las críticas, el papa Francisco en entrevista con la revista católica 'Credere' espetó: “Nadie se escandaliza si doy mi bendición a un empresario que quizás explota a la gente, y esto es un pecado gravísimo. Mientras se escandaliza si se la doy a un homosexual…. ¡Esto es hipocresía!”.
La entrevista íntegra saldrá publicada el jueves 8 de febrero, pero algunos fragmentos han sido ya adelantados por la editorial; especialmente esta declaración con la que el pontífice califica como 'hipocresía' las argumentaciones contra el documento de su mano derecha en la Doctrina de la Fe. Ya antes, el papa Francisco había asegurado que aquellos que "protestan con vehemencia pertenecen a pequeños grupos ideológicos".
Desde el inicio, Francisco respaldó la declaración 'Fiducia supplicans' ante las críticas que diversos sectores intraeclesiales han hecho al razonamiento del cardenal Fernández quien puso en el centro del debate la posibilidad de que los ministros ofrezcan la bendición -no litúrgica ni pública- a parejas consideradas como 'irregulares' para la Iglesia ya sea por condiciones morales o disciplinares como homosexuales, divorciados vueltos a casar o en concubinato.
Tras la salida de Fiducia supplicans, el pontífice y el cardenal prefecto de la Doctrina de la Fe han estado en el centro de una vorágine de críticas formales y mediáticas provenientes tanto de cardenales como de obispos y sacerdotes católicos, algunos de los cuales han llamado directamente como 'herética' o 'blasfemia' la posibilidad de dar la bendición a parejas sin unión matrimonial sacramental o personas homosexuales en una relación. Algunos episcopados también han prohibido tajantemente a sus ministros ordenados a extender la bendición a personas en esta condición y circunstancia.
Por ello, el pontífice ha comparado a las condiciones de pecado en las que se encuentra una persona homosexual frente a las condiciones de pecado de un explotador laboral; y lamenta que se escandalicen por ofrecer la bendición a los primeros pero no cuestionen la bendición a los segundos. El Papa acusa de hipócrita a este razonamiento.