Ciudad del Vaticano.- En el rezo del Ángelus dominical, el papa Francisco ha reflexionado sobre el papel del cristiano en la misión de la Iglesia y en la difusión de la Palabra de Dios. Aseguró que, a pesar de que las personas tienen limitaciones y de que Dios no tendría por qué involucrar a los hombres en la difusión de su Palabra, Jesús invita a todos "lo hace, a pesar de que implica asumir tantas de nuestas limitaciones".
En su mensaje, el pontífice aseguró que la identidad cristiana es una identidad activa y no pasiva; pues, si no se es protagonista de su fe, no puede ser cristiano.
Francisco recordó que Jesús tuvo paciencia con sus discípulos, pues no siempre comprendían sus palabras o incluso porque, entre ellos, no se llevaban bien: “Sin embargo, Jesús los eligió y siguió creyendo en ellos. Esto es importante: el Señor nos eligió para ser cristianos. Y somos pecadores, hacemos una cosa tras otra, pero el Señor sigue creyendo en nosotros”, aseguró.
“Y en cada palabra y acción con la que nos unimos a Él, en la hermosa aventura de donar amor, se multiplican la luz y la alegría: no sólo a nuestro alrededor, sino también en nosotros”, explicó.
Aseguró que anunciar el Evangelio no es tiempo perdido, sino representa la felicidad de ayudar a los demás para ser más libres. “¡Es hacerse mejores ayudando a los demás a ser mejores!”, recordó.
Finalmente, el Papa Francisco llamó a la reflexión sobre nuestra capacidad de responder al llamado de Jesús.