Roma, Italia.- Luego de la conferencia de prensa ofrecida el viernes por el médico del pontífice, Luigi Carbone, y el facultativo del Hospital Agostino Gemelli -donde se encuentra internado el Santo Padre desde el 14 de febrero pasado-, Sergio Alfieri; este sábado y domingo se ha dado una vigilancia permanente a la información sobre el estado de salud del Papa.
El sábado 22 de febrero, según informó la sala de prensa del Vaticano, el Papa presentó una crisis respiratoria que requirió el uso de oxígeno suplementario relevante; y también recibió una transfusión sanguínea:
"El estado del Santo Padre continúa siendo crítico, por lo que, según se explicó ayer, el papa no está fuera de peligro. Esta mañana el Papa Francisco presentó una crisis respiratoria asmática prolongada, que requirió también la aplicación de oxígeno de alto flujo", se lee en el comunicado difundido por el Vaticano.
Y agrega: "los análisis de sangre realizados este sábado también revelaron trombocitopenia (plaquetas en sangre en cantidad inferior a lo normal), asociada a la anemia, que requirió la administración de transfusiones de sangre".
Francisco, según los médicos y el personal del Vaticano que lo asiste en su estancia en el Gemelli sigue atento, y "ha pasado el día sentado en el sillón aunque con más molestias que ayer", añadió la nota.
"Por el momento el pronóstico es reservado", aclaró el mensaje de la Santa Sede en un tono ligeramente menos optimista que el planteado el viernes en la mañana por los médicos: "Todos los escenarios son posibles".
No obstante, a mediodía del domingo 23 de febrero, el reporte para la prensa desde el Hospital Gemelli afirma: "Las condiciones del Santo Padre siguen siendo críticas; sin embargo, desde ayer por la noche no ha presentado más crisis respiratorias".
Los médicos informan que gracias a la transfusión sanguínea, la anemia no se ha agravado pero sí se hizo presente otro padecimiento aún no registrado: "Las dos unidades de sangre concentradas que recibió le beneficiaron y elevaron ya la hemoglobina. La plaquetopenia se mantuvo estable; sin embargo, algunos análisis de sangre muestran una insuficiencia renal inicial, leve, bajo control".
También confirman que el Papa sigue con oxigenación suplementaria de alto flujo a través de cánulas nasales.
Finalmente, el reporte médico apunta que el Papa está conciente, en estado vigilante, bien orientado y que asistió a Misa; y agrega: "la complejidad del cuadro clínico, y la espera necesaria para que las terapias farmacológicas puedan dar alguna respuesta, exigen que el pronóstico permanezca reservado".