Camagüey, Cuba.- Luego de dos noches de protesta pacífica iniciada por el sacerdote Alberto Reyes, de la arquidiócesis de Camagüey, su arzobispo Wilfrido Pino le instruyó cesar con su acción política "por su bien y el de la Iglesia católica en Cuba".
El religioso Reyes anunció el 17 de mayo pasado cómo realizaría su protesta pacífica contra el régimen político cubano: cada noche, en medio del silencio debido a la falta de electricidad, tocaría las campanas de la parroquia en tañido "de luto" para señalar la crisis de la nación caribeña.
En su columna He estado pensando publicada en su cuenta de Facebook, el sacerdote Reyes instó a los cubanos a dejar de colaborar con el régimen y a manifestarse pacíficamente. Propuso tocar las campanas de la iglesia 30 veces cada noche sin electricidad, simbolizando la muerte de la libertad y los derechos en Cuba.
Sin embargo, tras dos noches de protesta desde el campanario, el arzobispo de Camagüey, Wilfredo Pino, le ordenó cesar en esa iniciativa. Según reveló el laico Osvaldo Gallardo, el padre Reyes le comentó que recibió la instrucción de su pastor de detener la protesta; sin embargo, para Gallardo, la verdadera instrucción vendría de la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista de Cuba, dirigida por Caridad Diego Bello.
El medio cubano 14ymedio.com indicó que el pedido del arzobispo Pino fue "tajante" y por el bien de la Iglesia y del padre Alberto. En este contexto, vale señalar que según el Informe de Libertad Religiosa 2023 de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, la Oficina de Asuntos Religiosos "gestiona la vida religiosa en Cuba, fiscalizando y controlando las actividades de la Iglesia".
Gallardo pidió a los cristianos rezar por la integridad del religioso, afirmando que "es difícil ser un profeta en Cuba". Añadió que desde hace años el párroco de Esmeralda ha alzado su voz para denunciar la falta de libertad en el país. Según Gallardo, la Iglesia Católica en Cuba sufre la represión del régimen, que ignora los reclamos del pueblo.