Ciudad de México.- El Censo de Población y Vivienda 2020, cuya encuesta y compendio de datos se realizó en medio del brote pandémido de COVID-19, arrojó un nuevo perfil socio-religioso entre los habitantes mexicanos cuyas perspectivas espirituales se mantienen en la tradición cristiana pero que muestran una cada vez mayor apertura a expresiones trascendentales no institucionales.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en una década, la Iglesia católica mexicana habría perdido al menos 5 por ciento de las personas que declararon su adhesión a la institución; mientras que otras denominaciones inspiradas en la cristiandad habrían aumentado en 3.7 por ciento.
Durante la encuesta, se preguntó en los hogares por los miembros de la familia y se solicitó que se especificara la religión de cada uno de ellos. Los datos sobre la catolicidad registraron que 97 millones 864 mil 218 personas declararon su filiación a la Iglesia católica. En 2010, el porcentaje de mexicanos católicos era de 82.7 por ciento y descendió a 77.7 por ciento.
Aunque los católicos se distribuyen en todo el territorio nacional, el censo indica que los estados con más volumen de feligreses son el Estado de México (13 millones 363 mil 922); Jalisco (7 millones 448 mil 776); Ciudad de México (6 millones 988 mil 16); Veracruz (6 millones 53 mil 44) y Guanajuato (5 millones 601mil 990).
El Censo también muestra que un número considerable de mexicanos ha asumido una religión de índole cristiana: protestantes, evangélicos y otras denominaciones próximas al mensaje cristiano. Estos creyentes registraron un aumento de 3.7 por ciento en el censo de 2020. Pasaron de 7.5 en 2010, a 11.2 por ciento del total de la población; es decir 14 millones 95 mil 307 de mexicanos.
México parece también ser un espacio más propicio para el ejercicio de la religión de otras comunidades no cristianas. La presencia de otros grupos religiosos aumentó en 2.2 por ciento para hacer un total de 248 mil 169 creyentes de religiones no cristianas.
El censo 2020 detalló que en el país hay 58 mil 876 personas judías; 40 mil 799 creyentes de las religiones de raíces afro; 36 mil 764 mexicanos profesan la religión espiritualista; 33 mil 372 personas se reconocen como adeptos a las religiones de raíces étnicas, mientras que 7 mil 982 personas declararon que son fieles al islam.
Incluso en medio de la pandemia, un fenómeno que ha puesto en incertidumbre a todo el planeta y que ha devuelto a muchos indecisos a las bases y principios de sus credos tradicionales, 10.2 millones de mexicanos afirmaron no tener religión y 3.1 millones más se declararon agnósticos.